El Domingo de Ramos es una conmemoración religiosa en la que la cristiandad recuerda la entrada de Jesucristo a Jerusalén, con la cual se inicia propiamente la Semana Santa o Semana de la pasión. Jesús en su recorrido fue aclamado por la gente, como el Hijo de Dios.
Humberto Contreras
En ese día que se conmemorará mañana, se realizará en las distintas iglesias la bendición de los ramos, con lo cual se evoca a los niños que le daban la bienvenida a Jesús. Ellos batían hojas de palma y las extendían en el suelo, para que Jesús pasara.
El Domingo de Ramos “comprende a la vez el presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión”, así lo indica el documento del Vaticano “Carta circular sobre la preparación y la celebración de las fiestas pascuales” publicado en el año 1988.
La eucaristía del Domingo de Ramos tiene dos momentos importantes: la procesión y la bendición de las palmas por el sacerdote. Asimismo, se destaca la lectura de la palabra que evoca la Pasión del Señor.
La tradición de las palmas
Para conocer más sobre esta conmemoración, conversamos con el padre Raúl Sánchez, párroco de la capilla del Hospital Central, quien nos ubicó en cuanto a la ceremonia que se celebra dentro del calendario litúrgico.
— Esta celebración en la cual se bendicen los ramos, al inicio de la misa, en un lugar fuera de la iglesia, se concentran los feligreses con los ramos de palma en la mano para que les sean bendecidas por el sacerdote, como es la tradición. Luego se utilizan en forma de cruz, para colocarlas en distintos sitios, en principio, por la devoción personal a ese ramo bendito.
Hay tradición en muchas familias, comenta, de que cuando hay mucho viento fuerte, ese que atemoriza a la gente, entonces se quema el ramo que tienen en casa, porque tienen la fe de que con ello el viento se calma y vuelve la tranquilidad.
También la Iglesia tiene la tradición de utilizar ese ramo que se recoge este año para el año siguiente elaborar la ceniza que se colocará en la frente de los feligreses el Miércoles de Ceniza, al inicio de la cuaresma siguiente.
Entonces, concreta el sacerdote, litúrgicamente, es una ceremonia con mucha solemnidad, pues se realiza una procesión con el ramo en la mano, y luego se procede a la Eucaristía. Cada parroquia tiene en este día, su hora de bendecir los ramos, para lo cual invita previamente a su feligresía.
¿De dónde vienen las palmas?
En la parroquia católica Jesús Nazareno, de Palo Gordo, el pasado viernes hubo los preparativos para la conmemoración de este Domingo de Ramos. Para saber los detalles, conversamos con Alba Montilla, profesora jubilada y miembro del consejo pastoral de la parroquia, como representante de la iglesia Divina Misericordia de la urbanización Altos de Gallardín.
Es bueno aclarar, nos explica la profesora, que la parroquia Jesús Nazareno está compuesta de tres iglesias, que son la Divina Misericordia, de Altos de Gallardín; La Purísima, en la llamada Calle del Medio en Palo Gordo, y Jesús Nazareno, que es la de Altos de Paramillo.
—Desde hace mucho tiempo -nos explica la profesora-, la parroquia Jesús Nazareno con los Misioneros Oblatos, que son nuestros sacerdotes, junto con varias personas de la comunidad que ayudan en estas, van a buscar las palmas que crecen por la zona de Vega de Aza, por donde están las minas de asfalto.
Las palmas nacen y crecen espontáneamente en esas tierras, explica Alba, y las personas propietarias de esos terrenos, montaña arriba de Vega de Aza, las donan y permiten cortarlas para esta celebración. Los voluntarios que van allá, cortan el cogollo y dejan la raíz, “la cual se reproduce y crece de nuevo una palmita, que nos sirve para el año que viene”.
–Ellos cortan y las traen en un camión. Precisamente esta mañana (viernes) se fueron bien temprano a cortarlas, y regresan en la tarde. Se reparte entre las tres iglesias de la parroquia Jesús Nazareno. Cuando llegan las palmas, en cada iglesia hay personas esperando para limpiarlas y cortarlas al tamaño adecuado, y las ordenan para que estén listas para que, el Domingo de Ramos –mañana-, cada asistente a la iglesia reciba su palmita, y con ella participen en la procesión que se hace para conmemorar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, motivo central de la celebración de este día.
Seguidamente, se celebra la Eucaristía; y al iniciar la misa, el sacerdote bendice las palmas que tienen en su poder los asistentes al templo.