Política
“Debe propiciarse un diálogo regional sensato frente a las dificultades y realidad fronteriza”
6 de febrero de 2018
“Lo que ocurre es consecuencia de la ausencia de una política de frontera entre los dos países, ya que se congelaron y desaparecieron los mecanismos de discusión y búsqueda de soluciones, que eran las comisiones presidenciales de Frontera e Integración”.
Frente a la realidad fronteriza, la xenofobia y la problemática social, especialmente la de Táchira y Norte de Santander, donde se evidencian dificultades que afectan e impactan en la población de ambos países, considera el analista internacional y exembajador de Venezuela en Colombia, Pavel Rondón, que “debe haber un gran diálogo regional, sensato, con representantes del Gobierno regional, las universidades, diputados regionales y nacionales, constituyentes, Cámara de Comercio e Industria y alcaldes; luego de discutir las propuestas y acuerdos con sectores del Norte de Santander, para finalmente llevarlo sa los gobiernos nacionales, de Caracas y Bogotá”.
Explica Rondón que “en este momento hay una gran dificultad en frontera por el número de venezolanos que cruzan para quedarse en Colombia, para seguir a otros países o adquirir sobre todo medicinas y alimentos. Esto debe tratarse entre autoridades colombianas y venezolanas”.
Recuerda que en septiembre estuvo la Cruz Roja Internacional de Venezuela en Cúcuta, lo que generó incomodidades en algunos sectores y “han asumido posturas xenofóbicas; eso a su vez produce respuesta en ese mismo sentido en Venezuela. Estas pasiones y resentimientos afectan las relaciones entre los dos pueblos”.
Lo anterior, afirma Rondón, “son los signos y consecuencia de la ausencia de una política de frontera entre los dos países, ya que se congelaron y desaparecieron los mecanismos de discusión y búsqueda de soluciones, que eran las comisiones presidenciales de Frontera e Integración”.
“Ahora –refiere el analista- tenemos la acción declarativa y esporádica de los ministros, pero sus asesores están separados de la realidad y dinámica de la frontera y, en muchos casos, informan erróneamente a los presidentes sobre la realidad de estas zonas”, señala.
A su juicio, “el origen de esas carencias está en una visión equivocada de la frontera, no se observa a esta como una continuidad espacial, sino como dos partes distintas y opuestas”.
—Se omite toda la dinámica fronteriza existente entre los habitantes de ambos lados y que hasta hace poco éramos de un solo lado. Zulia y Táchira fueron territorios que pertenecieron al Virreinato de Santa Fe de Bogotá, y antes las tribus chibchas vinieron de allí mismo, provenientes de Centroamérica. Lo jurídico-político ha cambiado, somos repúblicas soberanas y definidas, pero las costumbres, los apellidos, las comidas, las formas idiomáticas, se mantienen -describe Rondón-.
“Venezuela tuvo presidentes tachirenses durante 60 años del siglo XX y eso se inició también en Cúcuta, de donde salió Cipriano Castro con armas que le dio el Partido Liberal de Colombia”, evoca el exdiplomático al resaltar la importancia de los nexos inexorables que deben prevalecer ante las diferencias y dificultades.
Ante la pregunta de ¿qué hacer?, Pavel Rondón reflexiona y manifiesta que: “Ahora no hay alternativas para la frontera en ningún orden; la Ley de Fronteras que decretó el presidente Maduro, en diciembre de 2015, no se ha aplicado y tiene carencias. Las propuestas del exgobernador, mayor Vielma Mora, no son procedentes, me refiero a la ciudadela comercial, porque no hay producción agrícola e industrial suficiente para abastecer un mercado de más de dos millones de habitantes, solo de Táchira y Norte de Santander”.
Otro problema, resalta, “es que si se vende solo en divisas, los consumidores de ambos lados buscarían pesos para comprar en dicha ciudadela; eso significaría que aumentaría el valor del precio del peso y se reduciría la capacidad de cambio del bolívar, se hundiría el bolívar”.
En ese sentido, reitera Rondón que el impacto de la situación es tal que amerita ser tratado con seriedad y constancia. Aprovechó para felicitar al constituyente Julio García Zerpa por su iniciativa de convocar a un foro económico fronterizo, en aras de debatir y combatir las distorsiones, pero le advierte que “la frontera requiere también un tratamiento más amplio, no solo puede verse como un tema partidista”.
—Por ejemplo, enfatiza el exembajador, hay que definir frontera como lo exige la ley y eso no es asunto de votar o decidir por mayoría, se requiere manejarlo de acuerdo con la ciencia de frontera, la “fronterología”, y considerarla de acuerdo al Derecho Internacional Público; conversar sobre la diferencia entre límite y frontera, hay quienes hablan de zona limítrofe, creo que eso no existe, y así muchos temas. Se dice que hay 3 mil o 4 mil casas de cambio en Cúcuta y eso es falso, entre Ecuador, Colombia y Venezuela no hay ese número de casas de cambio -comenta-.
Estima Pavel Rondón que “el aporte popular debe hacerse en áreas como las relaciones, establecer pautas para el comercio, es decir, cuánto debe poder comprar una persona en Cúcuta o en san Cristóbal y llevar”.
Añade el analista que el Táchira es uno de los pocos lugares del país y el mundo con varios centros de investigación y estudios de frontera, en la ULA, UPEL, UNET; esta última universidad –indica- prepara un Congreso Binacional de Investigación para octubre. Además, la ULA hizo hace trece años, con apoyo del entonces gobernador Blanco La Cruz, un proyecto con una universidad de Cúcuta, que debe conocerse cuando se vaya a hablar de frontera, por considerarlo “muy acertado”.