Variedad, cantidad y calidad es lo que habrá a lo largo de la Semana Santa en la Pescadería de Madre Juana. Y la expectativa entre los vendedores de ese mercado especializado en el rubro, es que la clientela responda a la altura del esfuerzo que se ha hecho para abastecerse.
Freddy Omar Durán
Al menos el bululú que se veía en el lugar el fin de semana representaría un buen indicio de las ventas, pues independientemente de la prescripción religiosa contra el consumo de carnes rojas y de aves, ya hace tiempo derogada por la Iglesia Católica, la tradición de consumir pescado el Jueves y Viernes Santo se mantiene.
Regular con tendencia a mejorar estos días, hasta los momentos ha sido la impresión común entre quienes allí ofrecen un producto proveniente tanto del río como del mar, y cuyo tamaño por pieza completa va de los cuantos centímetros a un poco más de un metro.
—Los clientes han empezado a llegar antes del Domingo de Ramos y hay bastante mercancía. Los precios este año están más económicos con relación a los del año pasado, y esto ha sido obligado por ventas que han bajado un 60 % con relación al año pasado. Estamos esperando que estos días las venas se acomoden. Primeramente Dios, eso es lo que esperamos— declaró José Rincón, presidente de Acutranspet.
En cuanto a precios, según se pudo consultar entre los expendedores, los márgenes están entre los 4 mil y 20 mil pesos, nada alejados de los de otros rubros cárnicos. Es decir, para un tachirense con un ingreso superior al salario mínimo, al menos se da la posibilidad de darse un gustico para él y su familia.
— Nuestras expectativas son grandísimas, muy buenas, han estado mejor las ventas. Los precios son accesibles. Con lo que usted adquiere un cuarto de kilo de cuarto de res, se puede llevar el kilo de pescado, dependiendo del que el cliente quiera— aseveró Joser González, vendedor en el centro de acopio.
Una lista de precios por kilo aproximada, en vista de una oferta muy diversa, nos indica que el bagre de mar rondaría los 15 mil pesos; la lebrancha de mar a 6 mil pesos, merluza a 7 mil, capaceta a 13, la cachama a 10 mil pesos, así como las distintas modalidades de “pescado seco” se ofrecen entre los 15 mil y 20 mil pesos. En términos generales, en comparación al año pasado, por esta misma época, los precios no han mostrado aumentos considerables.
Si situamos el promedio del precio del pescado por kilo en 10 mil pesos, eso equivaldría aproximadamente a 75 bolívares, o en otros términos, un poco más de la mitad del salario mínimo venezolano, y un poco menos -20 mil bolívares, la diferencia- de uno de los más recientes bonos de mayor cobertura entre las familias beneficiadas por el Sistema Patria.
Para Lourdes Liscano, como compradora, piensa que mientras “Dios provea el dinero”, la gente se anima a adquirir pescado, y es por eso que compró lo suficiente no solo para un día, sino para ir preparándolo a lo largo de la Semana Mayor, y escapar un poco de la rutina de la res y el pollo. Acude a la Pescadería de Madre Juana pues confía en la frescura del producto, así como variedad, algo que la ha sorprendido especialmente este año.