Párroco Rafael Arcila, de la iglesia de Zorca San Isidro, habló un poco de la Semana Santa en esa comunidad.
Freddy Omar Durán
Zorca San Isidro y sus alrededores no solo hacen de la Semana Santa el momento propicio para reafirmar su fe católica, sino que sus habitantes ven en estos días la oportunidad para el reencuentro con el Creador y sus mandamientos.
Por eso celebra los días santos de manera especial, en un movimiento pastoral que envuelve su comunidad y las circunvecinas, sin limitarse a los actos sagrados bajo el cobijo de uno de los templos más tradicionales del Táchira.
Se comenzó el Viernes de Dolores, cuya imagen transitó las calles del lugar; el Sábado Crismal los zorqueros acompañaron a monseñor Juan Alberto Ayala en la misa que presidió en la Iglesia de la Unidad Vecinal, y el domingo pasado los ramos que saludan a un Cristo triunfante se agitaron en la iglesia parroquial. El miércoles fue la Misa de la Unción de los Enfermos.
El Jueves Santo será el Lavatorio de los Pies, la Institución de la Eucarística y la colocación de Jesús en el Monumento
Como informó el párroco Rafael Arcila, durante esta Semana Santa, las labores de propagar la buena nueva del evangelio, es una responsabilidad en la que apoyan al cuerpo sacerdotal, un grupo de alrededor 10 ministros de la comunión que se han desplazado a El Lllanito, La Laja, Campo C, entre otras, para “compartir la Palabra y para motivar a la gente para que se incorpore a las celebraciones de estos días”. En esos lugares, el sacerdote impartió la confesión para los católicos que así lo quisieran.
–Para mí después de tres semanas santas de estar en Zorca, será una de las más vividas pues primero pasamos por la vaguada que afectó al lugar, y luego vino lo de la pandemia, que hasta el año pasado la gente tenía un poco de temor. En esta ocasión ha surgido más el fervor de la comunidad de venir a participar de manera masiva de estos actos sagrados—anotó Arcila.
Aunque la agenda es variada hasta el Domingo de Resurrección, los actos centrales se constituyen la representación del Viacrucis, el Viernes Santo, y la Vigilia Pascual, desde sábado por la noche hasta las primeras hora del domingo.
Con una masiva concurrencia, emprenderá el camino de la pasión y muerte de Cristo por alrededor de un kilómetro rodeado del bello paisaje de la zona, haciendo las diversas estaciones, para una puesta en escena con niños y niñas catequistas. Esa procesión culminará con la Adoración de la Cruz, el Sermón de las Siete Palabras.
La vigilia de la Semana Santa para el padre Arcila resulta de gran significación, pues en ella el creyente puede resucitar de la Muerte, símbolo de nuestras penas y pecados
–El mensaje de la Semana Santa es muy alentador. Nosotros los católicos pensamos que lo más grande que hizo Jesús fue morir en la Cruz, y ciertamente murió por nuestros pecados; pero el milagro más grande, y que nos debe dar la fuerza es que resucitó. Dice San Pablo: “Si Jesucristo no hubiese resucitado vana sería nuestra Fe”. Por eso es la alegría de nosotros celebrar el Sábado de Pascua, porque es la resurrección del Señor, y es lo que da sentido a nuestras vidas, que no nos quedemos con la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, sino que también seamos capaces de resucitar con él, para dar testimonio a las demás personas—predicó Arcila.
Invitó a que no tomemos la Semana Santa como un periodo de descanso, y que en vez de ellos nos acojamos a una profunda reflexión de nuestras vidas.
–Para nosotros la Semana Santa es un tiempo de reflexión, y saber que no hemos hecho las cosas de la mejor manera, y es una oportunidad que Dios nos da para enmendar nuestra vida. La lectura del sábado del pregón pascual habla de ese día es el más importante que se perdona nuestros pecados, sin importar cuantas veces nos hayamos equivocado. El Señor nos invita en esta Semana Santa a que seamos capaces de convertirnos, de comenzar nuevamente—concluyó Arcila.