Carlos Casanova Leal
El descubrimiento de América dio origen a muchas leyendas, historias y cuentos, me referiré a dos, la primera al encuentro de los indígenas frente a los españoles y el tema del “Dorado” tierra de riquezas y oro.
El cuento mal intencionado pero extendido de generación en generación de venezolanos, es aquel que se sucede en un intercambio donde el español le ofrece espejitos a los indígenas y estos le entregaban pepitas de oro.
Muchas interrogantes entonces, ¿no pelearon los indígenas desde el comienzo cuando desembarcaron los españoles?, ¿cargaban los indígenas las pepitas de oro en cantidades en sus manos para tales propósitos? ¿Si los españoles sabían del uso del espejo, cuantos espejos traían a la tierra que no sabían si la encontrarían? Usted tendrá una respuesta o varias para esto.
Lo cierto es que este cuento permitió que se formara un complejo de conquistado, la izquierda usó y abusó de estos episodios para influir en la gente sobre el hecho de que se necesitaba romper los lazos de dependencia con EEUU o con el imperio, apóyeme a mí que los liberaré del malo, o sea del otro.
Llegó entonces la revolución al poder en 1999, se firmaron los acuerdos de la diplomacia petrolera, lógico con los países que no son productores, de la siguiente manera, dos años muertos, es decir en 2 años no paga nada, en esos dos años le estaré suministrando petróleo sin pagar nada, financiamiento a 30 años con descuentos del 30%.
Lo que recibo, lo pago en 30 años con descuento y con 2 años muertos. En esta sola operación que favoreció a dirigentes de izquierda como el hermano de Daniel Ortega, los hizo empresarios petroleros sin tener petróleo, el bajo precio y el descuento es la ganancia directa de estos personajes y países, que se convirtieron en intermediarios en el negocio.
Recibieron no la gótica de petróleo sino los cargueros de petróleo que no recibió Venezuela, se hicieron ricos con nuestro petróleo. Se firmaron convenios de todo tipo, se entregó petróleo por queso con Uruguay, Petróleo por caraotas con Costa Rica, y así sucesivamente, esto para liquidar al productor nacional, promovió competencia desleal.
Los revolucionarios igual que el cuento exageradamente difundido, no entregaron pepitas de oro, entregaron petróleo, evidenciando el complejo de conquistados que tienen.
Hoy el petróleo venezolano lo maneja Chevron corporation, empresa privada de EEUU.
Con el escándalo del saqueo ahora queda claro, que declaran que producen menos y el diferencial alimenta la misma corrupción, con tanto dinero les dio ataque de tos sin tener como esconder el dinero, hasta que sobre el cuento de Venezuela se arregló comenzaron a invertir en Venezuela, ya que por las sanciones no podían hacerlo en el imperio.
El lugar preferido para viajar Dubai, donde solo los multimillonarios lo hacen, y lógico los revolucionarios señalados. Mujeres, lingotes de oro, aviones, carros, quiero que se fije en el siguiente detalle; ningún corrupto compró una fábrica, una industria, importó materia prima, no, solo disfrute banal.
La riqueza del país a cuentas personales, donde por cierto el oro, la bauxita, el Coltán, el carbón forman parte de ese entramado que sirve para hacerse más millonarios con el paso del tiempo.
El Dorado ya no es leyenda los chavistas y maduristas lo encontraron, como esa riqueza no es invertida en Venezuela y su gente es por lo que es un saqueo a cuentas personales.
Hoy se persiguen unos contra otros, y otros esperando que salgan aquellos para entrar estos a los mismos puestos y para lo mismo que hicieron estos y antes los otros lo hicieron también.
La rectificación histórica que Usted debe decir de ahora en adelante: Los chavistas y maduristas encontraron y saquean el dorado, para ellos ya no es leyenda, para nosotros la historia de un saqueo.
La revolución perdió todo tipo de catadura moral.