Rafael Correa declaró este lunes ante la justicia por un presunto caso de corrupción, horas después de conocer por primera vez la derrota electoral. Una racha con aires de final para quien fuera el hombre más poderoso de Ecuador. El domingo, los ecuatorianos bloquearon mediante un referendo la posibilidad de que Correa recuperara el poder en 2021 y de paso, enterraron algunas de las reformas que promovió este temperamental líder de izquierda de 54 años. Aún con la herida abierta, este lunes rindió testimonio ante la Fiscalía, en Guayaquil, sobre un presunto perjuicio al Estado en la venta de petróleo a China y Tailandia. De momento, no enfrenta cargos en el marco de una indagación previa.