Una investigación realizada sobre las prioridades de consumo del venezolano, revela que para hacer sus compras básicas, se está gastando más dinero, se visitan más negocios y se compran las mismas unidades, pero de menor tamaño, si se compara con el consumo de hace un año.

Humberto Contreras

El estudio realizado por Atenas Grupo Consultor analizó 2.120 hogares en 7 áreas de Venezuela, desde donde las familias reportan a la consultora cada vez que hacen un consumo.

El ingeniero Alexander Cabrera, socio-director de dicho grupo, aseguró que en febrero de 2022 un hogar promedio gastaba en las cestas de alimentación, cuidado personal, mantenimiento del hogar y medicinas, 56 dólares. En febrero 2023, la cifra subió a 89, comprando las mismas unidades, pero de menor tamaño, con lo cual se ve la pérdida del poder adquisitivo.

Dijo Cabrera que 86 % del consumo en Venezuela es de reposición constante, pero que los tamaños pequeños de los productos, en algunas categorías, se va haciendo más común en las compras. Igualmente señaló que 26 % de esos hogares tienen como prioridad la salud, “rubro que está relacionado con la marca”, insistiendo en que el poder de la marca del producto vuelve a ser importante.

–El precio siempre va a ser fundamental -dijo el analista-, pero hoy en día el consumidor no solo toma en cuenta este factor. Empieza una visión de precio – calidad, precio – cantidad o rendimiento.

Destacó que en el tema de alimentos básicos como el arroz y el azúcar, 28 % de la gente busca la mejor relación precio-calidad; 23 % busca que sea una marca reconocida y 18 % que sea de precios económicos. Indicó Cabrera además que 31 % de los gastos del venezolano se va en alimentos básicos.

Estratos sociales y poder de gasto

El socio-director de Atenas Grupo Consultores resaltó que 21 % de los estratos sociales en Venezuela son bajos, 34 % medio bajos, 29 % intermedios, 5 % altos y 2 % muy altos.

“El atributo más importante para definir los estratos sociales en Venezuela es el poder de gasto. Hay personas que viven en zonas populares y que tienen mayor poder de gasto que personas que viven en zonas lujosas.

La mayoría de las líneas de producción en Venezuela están hechas para 30 millones de habitantes, y es el gran reto, adaptarse a un país pequeño con productos pequeños”.

Finalmente, Cabrera dijo que cuando vemos todas las unidades de productos vendidos en el territorio venezolano, son unidades parecidas a las que vende el mercado panameño. La diferencia, explicó, es que en Panamá, el mercado es de 5 millones de habitantes, mientras que en Venezuela, son 27 millones.