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23 de noviembre de 2024
Eduardo Marapacuto
Si algo está claro para todas y todos los venezolanos es la defensa absoluta de la patria Y no solamente eso, sino que hay que vencer todas las tempestades inclementes sopladas desde los infiernos imperiales. Por eso, en cada amanecer, con el rocío del alba debe llegar la brisa fresca del recuerdo, de la lucha, del compromiso para continuar batallando, combatiendo todos los días las arremetidas de los grupos opositores de la derecha, de la extrema derecha, del imperio norteamericano y de las fuerzas oscuras del poder hegemónico mundial.
Nuestro deber patriota es defender la patria, así como la defendimos en aquellos días del 11, 12 y 13 de abril de 2002 y como la hemos defendido en estos 21 años, donde hemos pasado todas las tormentas, todas las pruebas y donde como pueblo hemos derrotado todas las aventuras del fascismo interno y externo que no ha podido ni podrán vencer el espíritu revolucionario del pueblo venezolano. Nosotros, estimadas y estimados camaradas, estamos obligados y consolidar el proyecto político que nos dejó Hugo Chávez, de su pluma y mano, bien delineado, de su propio pensamiento, de un verdadero estadista y un patriota a carta cabal que entregó su energía y su vida para construir las bases de una nueva patria y así desmontar el sistema político en decadencia, como lo fue el “puntofijismo”.
Pero más allá del bien y del mal, nunca debemos olvidar que el enemigo es el enemigo; por eso hay que seguir por la senda de clamar siempre por la construcción y consolidación de un mundo multipolar, donde se acabe ya la hegemonía norteamericana, que se cree dueño y amo del planeta, cuando en realidad es un Estado terrorista, asesino y violador de los Derechos Humanos a escala global, que invade pueblos, bombardea ciudades, destruye, aniquila naciones y asesina niños y familias enteras.
Pero hoy aquí, 21 años después del cruento Golpe de Estado, decimos que estamos dispuestos más que a dar la pelea, porque somos un pueblo guerrero, herederos del pensamiento y del legado de Bolívar, de Chávez y todos los hombres y mujeres que entregaron y entregan sus energías para construir esta patria, decidida a ser libre. No nos descuidemos camaradas, porque la amenaza está allí latente, presente Desde aquel 11 de abril de 2002, o quizás desde la llegada del Comandante Chávez, Venezuela ha sido saboteada por parte del gobierno norteamericano y sus aliados opositores de la extrema derecha venezolana. No obstante, con fuerza decimos que somos una vasta, estremecedora e irrevocable fuerza revolucionaria que ha resurgido de las entrañas del ser venezolano para consolidarse como una nueva visión de la realidad, del mundo, de la humanidad y hasta de la misma política.
En esta hora crucial y de lucha frontal contra la corrupción manifestamos nuestro absoluto respaldo a Nicolás Maduro, quien encendido por el fuego ardiente de la revolución y las llamas sagradas de la verdad, está sorprendiendo a todo el mundo, fundamentalmente a los enemigos de la revolución y de la patria, quienes tal vez pensaron que era una presa fácil y en cuestión de seis meses sería devorado por las tormentas y trampas montadas por la oposición y el imperio; pero resulta que la figura del presidente Nicolás Maduro se consolida en el ejercicio pleno del gobierno y del poder, lo que garantiza el afianzamiento del Estado venezolano.
*Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.
Investigador RISDI-Táchira
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