Regional
Amenaza una “lluvia” de pesadas ramas la Unidad Educativa Francisco de Miranda
14 de abril de 2023
Los árboles que embellecen y sostienen el ecosistema de la Cueva del Oso también se han constituido en una grave amenaza para la infraestructura y la comunidad de estudiantes y profesores la Unidad Educativa Francisco de Miranda, al lado del Hospital Militar.
Freddy Omar Durán
Como nos comentó su directora, Ana Sánchez, ha sido un problema de años; pero los fuertes vientos de los recientes días han sido la gota que colmó el vaso, y ameritaron el alerta a los organismos competentes, y a los medios de comunicación, sobre el problema.
El lunes, una pesada rama como de 10 metros se precipitó sobre el módulo que comprende las oficinas administrativas, y no rompió su techo por las fuertes vigas que lo sostienen; antes de Semana Santa, mientras un grupo de estudiantes realizaba una actividad al aire libre, fueron sorprendidos por pesados troncos de hasta dos metros, y afortunadamente todo no pasó del susto.
–Teníamos una actividad con los niños y niñas en el patio, y de repente comenzó a hacer mucho viento. Unos alumnos se fueron a la cancha, y otros se refugiaron en el salón. Pero quedamos una niña y yo, y en el medio de nosotras dos, nos ha caído una rama de dos metros y muy pesada. Poco faltó para que nos cayera en la cabeza— aseveró la docente Dayana Villalobos.
Protección Civil se apersonó de la situación y con sus funcionarios procedieron a remover lo ya caído sobre la escuela; pero advirtieron que no podían realizar podas, ni menos tumbar aquellos árboles con evidentes signos de deterioro, pues eso solo se hace con un aval de peritos ambientales, ya sean nacionales o del municipio San Cristóbal.
Desde la institución se ha levantado un informe que se ha entregado a varios entes, y se entiende que si bien hay un protocolo que cumplir en estos casos, se requiere darles a los mismos la celeridad necesaria. El Ministerio del Ambiente debe hacer la respectiva inspección para dar el visto bueno de la opción fitosanitaria más conveniente.
Aunque al problema se le han dado largas desde hace un buen tiempo, los fuertes vientos de reciente fecha, y las lluvias que aportan al debilitamiento de los árboles, claman por una rapidez en las soluciones, cinco pinos constituyen los de mayor riesgo para la institución; pero uno de ellos, y del que se desprendió el ramaje que impactó contra el techo de la institución educativa, se encuentra en predios del Hospital Militar, por lo que se requiere del concurso de la directiva de este centro asistencial para actuar en este caso. De hecho, en esta institución se han venido realizando algunas podas, y en uno de ellos lanzaron el desecho al patio de escuela, que tuvieron que limpiar de inmediato.
Se tendría que revisar el tipo de especie y si está en veda, es decir su poda se sujeta a ciertos parámetros, por lo que la poda se hace de manera selectiva, respetando algunos gajos y no despojando al árbol de gran parte de sus ramas. Esa fue la observación de uno de los funcionarios de Protección Civil en el sitio.
La institución atiende a más de 160 niños y niñas, bajo el cuidado y la enseñanza de un equipo de trabajo de docentes, personal de mantenimiento, de comedor y administrativo.
Otros requerimientos
Por supuesto, las necesidades de la Unidad Educativa Francisco de Miranda no se limitan a los árboles que van perdiendo intempestivamente su frondosidad, pues hay otros factores de inseguridad de los estudiantes por mitigar.
Uno de ellos se relaciona con la seguridad vial, pues la calle frente a la institución educativa requiere de rayado, y un accidente que involucró a un menor ha llamado la atención sobre su carácter perentorio.
–Aquí pasan las busetas y otros vehículos “mandados”. Hace como dos meses, cerca del liceo más arriba, no tenemos señalamiento, y un policía acostado, aunque aquí los profesores hacen sus guardias con los pares — agregó Sánchez.
La iluminación dentro y fuera de la unidad educativa es otro aspecto que no se puede descuidar. Apenas si los hogares en los alrededores contribuyen con dar cierta claridad, que a duras penas aplacan la “boca de lobo” que se forma en la noche. En este sentido los árboles del sector cuyo crecimiento ha atrapado el cableado, también pueden incidir negativamente en el servicio eléctrico de los vecinos del sector.
— Se han pasado en varias oportunidades oficios a Corpoelec, y se ha hecho la solicitud por la página VenApp y tampoco nos han hecho caso para colocar el alumbrado. Afortunadamente muchos profesores son vecinos y siempre están pendientes de la seguridad de la institución cuando está a oscuras— resaltó Sánchez.