Por Rosalinda Hernández C.
Diseño: Paloma Lacruz
El reconocimiento y la paridad en el ejercicio de la función pública y de gobierno están ampliamente establecidas y garantizadas no sólo en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, también en resoluciones y reglamentos que dejan en claro la participación de las mujeres en los procesos políticos en igualdad de condiciones que los hombres, pero ¿se cumple la norma? ¿existen igualdad para las mujeres en el ejercicio de la política?
La Red de Mujeres Constructoras de Paz en alianza con Diario La Nación, conversó con cinco mujeres, dirigentes políticas tachirenses para conocer a partir de su experiencia las respuestas a las anteriores interrogantes que se han planteado y las inquietudes que tienen en cuanto a su participación en la vida política local.
El reto político
Para la ex coordinadora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y actual dirigente de la organización Proyecto Venezuela, Beatriz Mora, si bien es cierto que las mujeres tienen un papel importante en la política, un rol social y protagónico que las impulsa a salir adelante y progresar en distintos aspectos de la vida, cuando va al ejercicio de la política es desplazada.
“La mujer arrastra gente en las votaciones, convence a la ciudadanía en la lucha democrática pero cuando llega el ejercicio de la política tiene que darse codazos para lograr un lugar frente a los protagonistas que son los caballeros, es allí donde la igualdad no se ve”.
No se trata de pasar por encima de los hombres, pero sí de abrir espacios a las féminas para que ocupen cargos de relevancia política en Venezuela, explicó.
Una posición diferente, expuso la activista del partido Vente en el municipio Bolívar, Mercedes Ramírez, quien aseguró que desde hace muchos años la mujer viene asumiendo importantes roles en lo que se refiere a cargos de elección popular. Dijo que a pesar de una cultura «patriarcal», las mujeres han sabido ganar respeto, liderazgo y eso se ve reflejado en los diferentes cargos públicos que han representados.
“Ser mujer no debe ser un privilegio o una debilidad para aspirar a un puesto de poder, lo que debemos tener es currículum, un perfil que cumpla con los requerimientos para ejercer estos cargos de forma eficiente y eficaz. En Venezuela se debe rescatar la meritocracia, no pueden existir privilegios por el género”, puntualizó.
Por su parte, Karim Vera, diputada a la Asamblea Nacional 2015, coordinadora regional de Primero Justicia e integrante de la directiva nacional de esta organización, coincide con Ramírez al señalar que la región tachirense se ha caracterizado por tener liderazgos femeninos de mucha trayectoria a lo largo de los años.
“Hemos tenido mujeres gobernadoras, alcaldesas, concejales, legisladoras y antes de llegar la Asamblea Nacional hubo quienes ocuparon cargos importantes en el extinto Congreso de la República”.
Pero, destacó que es necesario unir esfuerzos para potenciar el liderazgo femenino, la unión, el respeto y el apoyo de cada una de las mujeres aspirantes a hacer gestión política y convertir al Táchira en un estado referente.
Por su parte, Zuleika Meneses, ex presidenta del Centro de Estudiantes de la Universidad Experimental del Táchira, (UNET) quien ejerció un cargo gobierno universitario, resumió que el rol de la mujer en la política local es poco participativo y a pesar de estar involucradas en diferentes ámbitos que tratan temas políticos, “siempre estamos detrás de las figuras públicas que están representadas en los hombres”.
La paridad no se ve
Las mujeres entrevistadas en su totalidad coinciden en afirmar que no existe la paridad de género tan anunciada desde el organismo electoral venezolano y al contrario se dejan ver vacíos enormes en cuanto a la participación activa de las mujeres en el ejercicio de cargos de elección popular, por ejemplo, el estado Táchira está conformado por 29 municipios de los cuales solo siete tienen a una mujer como su alcaldesa.
Karim Vera no está de acuerdo con poner números o límites a las mujeres para el ejercicio de la política. Precisó que el tema de la paridad de género no es justo para el desempeño de la mujer en la política, “esa paridad establece límites, ¿qué pasará cuando el número de mujeres en la política sea mayor que el número de hombres que ejerzan la actividad?”
La resolución de paridad y alternabilidad de género existe, está en el Consejo Nacional Electoral, (CNE), y de alguna manera “obliga” a los partidos políticos a incluir a las mujeres dentro de sus organizaciones, pero la mayoría de veces las mujeres ocupan el cargo de suplentes y el titular es un hombre, dijo Beatriz Mora.
Por otra parte, la coordinadora municipal de Proyecto Venezuela en Andrés Bello, Yelitza Castañeda, dice que no ha sido fácil romper el paradigma de la mujer en la política, y por eso es que la constancia es necesaria para mantenerse en ese campo. De diez mujeres que emprenden el reto de hacer vida política, tres mujeres son las que se mantienen en la lucha.
“Los codazos son impresionantes en el campo político, codazos que buscan sacarnos de la escena. He sentido que por ser mujer se me han negado puestos de poder y creo que no soy la única. Se habla mucho de la paridad de género en la política, pero eso solo queda en el papel y en segundos planos cuando es el momento de asumir un cargo de elección popular.
Las quieren sumisas
La mujer es vista en el campo de la política con buenos ojos mientras está sumisa a los hombres, pero cuando se quiere aspirar más allá, es vista como una rival, los ataques son frontales y contundentes, es por esto que quienes aspiren a estar en la política deben asumir una posición clara, sobre la resistencia que se debe tener, destacó Yelitza Castañeda.
Beatriz Mora comentó que han tratado de desplazarla o sacarla del juego en el ejercicio político, pero no han podido porque ha logrado empoderarse y eso ha servido para sortear los obstáculos y barreras que se presentan en el camino.
La mujer se está empoderando y es el momento para que los hombres comprendan que no solo ellos pueden optar a cargos políticos, las mujeres también están preparadas. “Los hombres han sido más vistos en política que las mujeres y parece algo cultural. Cuando la mujer llega a un partido político, se hace a un lado para ayudar a los hombres a surgir. Está situación se ha venido transformando en los últimos años, los roles se han cambiado y la mujer ha dado un vuelco pasando a ocupar cargos de diputadas, gobernadoras, alcaldesas, concejales y hasta candidatas a la presidencia”.
Desde la óptica de la diputada Vera, en un país culturalmente machista la política la ha venido ejerciendo el hombre mayoritariamente, pero en los últimos años esto se ha venido desmontando, ha cambiado a pesar de haber existido la interposición de los liderazgos masculinos sobre los femeninos.
“Lo que ha sucedido es que las mujeres no se han creído la posición que ocupan en la historia, no solo en el ejercicio de la política, también en otras actividades y es aquí donde hago referencia a las políticas públicas que deben implementarse desde la escuela para que las mujeres están empoderadas y desarrollen las capacidades que cada una pueda tener y fortalecerlas”.
Con similar argumento, la ex dirigente estudiantil de la UNET, aseguró que las mujeres en algunos casos se han inhibido de participar en la política, sin embargo, en las representaciones en donde ha estado presente el liderazgo femenino se ha demostrado con transparencia el actuar. Hay evidencias de que las mujeres en el Táchira tienen el potencial para asumir cualquier rol político.
Política: No es tarea fácil
Las entrevistadas afirman que incursionar en la política no es fácil, pues en el camino andado los obstáculos son grandes y los traspiés aún más. Pero hay excepciones: “No es tarea fácil en el caso de las mujeres, incursionar en la vida política, pero por fortuna, en lo personal no he conseguido obstáculos que me hayan impedido desarrollarme en el ámbito político. Empecé siendo una dirigente municipal y fui escalando hasta conseguir un mayor alcance regional, al punto que hoy en día presido una organización a nivel regional y en la valoración de mi actividad política he formado parte de la junta de dirección nacional de Primero Justicia”, destacó Karim Vera.
Culturalmente, Venezuela es un país machista donde usualmente la mujer está en casa atendiendo a los hijos. Si ejerce alguna profesión y trabaja, a determinada hora debe estar en la casa atendiendo hijos, marido y esto contradice el ejercicio de la política que no tiene horario, agregó.
“Sabemos a qué hora salimos de casa, pero no a la hora en que regresamos y muchas veces no contamos con el apoyo familiar necesario, incluso de los esposos para adentrarse en el trabajo político. Esto forma parte de las limitaciones que a veces nos ponemos para dar ese paso al frente y asumir responsabilidades políticas”.
La ex presidenta del Centro de Estudiantes de la UNET, añade que sí resulta difícil incursionar en la política en un estado como el Táchira. La historia de la política regional refleja que la delantera en este ámbito la han llevado los hombres y ha sido difícil hacerles entender la importancia de la equidad e igualdad de género y que las mismas capacidades que ellos tienen para resolver problemas y asumir representaciones las tienen las mujeres.
“Viví esta situación en la política universitaria, después de tantos años que fueron los hombres quienes llevaban la delantera en el gobierno estudiantil, desde hace cuatro años es una mujer quien ejerce el liderazgo. No se tenía la confianza de hacer un buen trabajo y hemos demostrado lo contrario”, comentó Meneses.
A pesar de no haber sentido que por ser mujer le hayan negado un puesto de poder, Zuleika si ha percibido el recelo de los hombres cuando el liderazgo o la batuta es femenina. Parece que está situación es difícil de aceptar por el hombre, “siempre buscan la manera de encontrarnos una caída o que nos desilusionemos de la política y que no queramos aspirar más allá de lo que ellos nos quieren ofrecer, esto lo hacen con el fin de decepcionarnos y buscar que nos alejemos”.
La joven reconoce que las mujeres no son menos que los hombres, pero está bien clara que es necesario trabajar para conseguir la igualdad y las mismas condiciones que tienen ellos para ejercer un cargo de poder.
En las últimas elecciones estudiantiles realizadas hace menos de un mes, aunque la cabeza de la federación de centros de estudiantes la lleva un hombre, seis de diez centros de estudiantes son dirigidos por mujeres, recalcó.
Lo que viene
Es fundamental el papel que debe cumplir la mujer tachirense en la política, es un reto porque se debe reconstruir el país y la familia en los tiempos de oscurantismo que atraviesa la sociedad. “Tenemos que reconstruir desde las bases el país y para eso es necesario reconstruir la familia”, es la apreciación de Yelitza Castañeda.
La mujer en este momento está llamada a tener un papel protagónico dentro de los cambios que está ameritando el país y eso se logra con la participación en la política. Castañeda citó a Michelle Bachelet: “Si una mujer entra en política cambia la mujer, pero si muchas mujeres entran en la política, cambia la política y es el momento para protagonizar”.
Por su parte, Mercedes Ramírez, precisó que en esta etapa el ciudadano espera encontrar dirigentes políticos que estén a la altura del compromiso histórico que demanda Venezuela para recuperar la Libertad y la República. “El género de los dirigentes termina siendo irrelevante cuando una sociedad anhela un cambio, anhela el reencuentro de la familia venezolana y espera de nosotros los dirigentes políticos coherencia y lealtad con los ciudadanos decentes, esos que anhelan simplemente libertad y prosperidad”.
Las mujeres deben continuar su lucha por ganar espacios, por ser protagonistas y “el país vive un momento en el que las mujeres están llamadas a tomar decisiones importantes, primero porque está en juego el futuro de los hijos y la familia, segundo porque se quiere que quienes se fueron regresen y en tercer lugar para que los que aún están en el país se queden”, puntualizó Beatriz Mora.
Desde la Red de Mujeres Constructoras de Paz, en alianza con Diario La Nación, resaltamos la importancia de abrir espacios a la participación de las mujeres en la vida política del país, no porque sean mejores gobernantes que los hombres, sino que, con su presencia, liderazgo, capacidades, suman esfuerzos a la preservación de la democracia.