Buenos Aires, Argentina. AFP. El líder River Plate, que ganó nueve de sus últimos diez partidos entre el torneo local y la Copa Libertadores, se topará con un alicaído Independiente en un clásico desigual por la fecha 13 de la Liga Profesional del fútbol argentino.

El duelo entre el Millonario y los Diablos Rojos en la noche del domingo asoma como uno de los más desparejos en mucho tiempo, entre el presente exitoso para los de la banda roja y la dura situación institucional, económica y deportiva que atraviesan los de Avellaneda.

Después de la inesperada derrota ante Arsenal en la quinta fecha, River inició una serie de éxitos que lo catapultaron al primer puesto de la Liga, con una cómoda ventaja de seis puntos sobre San Lorenzo, el único que ha logrado estar cerca luego de apenas 12 jornadas.

En el torneo local River suma siete triunfos seguidos, todos sin recibir goles, por lo que ya suma 639 minutos con el arco invicto, y su única derrota desde fines de febrero la sufrió en la altura de La Paz ante The Strongest (1-3) en el debut en la Libertadores, pero se redimió este miércoles en el torneo continental con un rotundo 4-2 al peruano Sporting Cristal en la segunda fecha.

Frente al conjunto limeño, River mostró algunas desatenciones defensivas, pero ratificó su poderío en ataque y su vocación ambiciosa, ya que superó al Cristal a pesar de jugar casi una hora con un hombre menos por la expulsión del defensor Leandro Díaz.

Independiente es la contracara, porque logró su única victoria del torneo en la primera fecha, el 28 de enero pasado, ante Talleres (1-0), cayó en picada con 7 empates y 4 derrotas que lo dejaron en una incómoda posición, apenas dos puntos encima de Arsenal y Unión, los últimos de la clasificación.

La mala campaña arrasó con el nóvel entrenador Leandro Stillitano, reemplazado desde el fin de semana pasado por el experimentado Ricardo Zielinski, que debutó con un empate 1-1 en el clásico frente a Racing.

– Escolta exigido –

De su lado, el escolta San Lorenzo será local el domingo frente a Platense, uno de los equipos que luchan por la permanencia, en otro examen para el equipo azulgrana, que más allá de realizar una muy buena campaña, sabe que no puede ceder más si pretende discutirle el campeonato a River.

Boca, que ya quedó muy lejos de los primeros puestos y sufrió cinco derrotas en sus últimos seis partidos en la Liga, se medirá como visitante de Rosario Central, que ocupa el tercer puesto e intentará aprovecharse del rumbo desconcertante de los xeneizes, que al menos tomaron aire en la Libertadores al ganarle a Deportivo Pereira (2-1) de manera agónica.