Londres, Reino Unido .AFP.
A pesar de sus números estratosféricos, Erling Haaland no se ha librado de ciertas críticas sobre su compatibilidad con el Manchester City, pero el miércoles, contra el Arsenal, tendrá una nueva ocasión de acallar a sus detractores cada vez menos numerosos.
Ya nadie habla hoy de aquel encuentro, pero el debut de Haaland en Inglaterra, en la Community Shield perdida contra el Liverpool (3-1), supuso un sonoro fracaso del noruego, que mandó el balón por encima del travesaño en una jugada en la que el portero rival estaba en el suelo.
Esa jugada sirvió para que las redes sociales atacaran al jugador de 22 años, llegado con una gran expectación tras su explosiva evolución en Salzburgo y Dortmund.
Ocho días más tarde, en su primer partido en el campeonato inglés, anotó un doblete en la victoria contra el West Ham para comenzar a ser elogiado por la prensa y los especialistas.
«Una semana no tiene nivel para adaptarse a Premier League. Y ahora está entre los mejores con Thierry Henry, Alan Shearer y Cristiano Ronaldo», lanzó Pep Guardiola contra las tempranas críticas.
Los cambios en la opinión pública son frecuentes en el fútbol de alto nivel y estos han acompañado los primeros meses de Haaland en Mánchester.
– Haaland y City, una unión antinatural –
En una serie de siete partidos en febrero sufrió un bache de cinco encuentros discreto y sin anotar, en los que el City sufrió una derrota en Tottenham y empates contra Nottingham Forest en Premier League y Leipzig en Liga de Campeones, los artículos de prensa lanzaron la pregunta: «¿Hace Haaland menos bueno al Manchester City?».
Su rendimiento en el partido de vuelta contra el Leipzig y durante los cuartos de final contra el Bayern Múnich volvieron a silenciar ese debate.
El escepticismo sobre la unión entre el equipo Citizen y Haaland ya existía incluso antes de su llegada, y no es necesariamente malintencionado o vacío de fundamento.
«Los puntos fuertes de Haaland son lo contrario a los puntos fuertes del City», analizó el exjugador del Liverpool Dietmar Hamman en febrero.
«Es un jugador que no participa durante la gran mayoría de tiempo, es casi como jugar con diez jugadores», argumentó después del partido contra el Tottenham, el primero con el City en el que Haaland no tiró a puerta ni llegó a tocar balón en el área rival.
En una comparación con Harry Kane, un atacante con mucha más movilidad, que juega a veces como organizador de juego más que como delantero centro con el Tottenham o con Inglaterra, Thierry Henry señaló también lo previsible que era el City.
«A veces Haaland hace la misma carrera, sin importar quien tiene el balón y a veces no ayuda al equipo», valoró, explicando cómo Arsène Wenger le enseñó a cambiar sus desplazamientos en función de las características del jugador del que esperaba el pase.
– ¿Manchester City más previsible ? –
Su corpulencia, su potencia, su posicionamiento, muy axial, no son características familiares ni siquiera buscadas por Pep Guardiola, a quien un Julián Álvarez, más ágil y más móvil, conviene mejor sobre el papel.
Haaland «ha puesto fin a lo que (Manchester City) era. Tenían una forma precisa de jugar donde no se sabía quién iba a marcar. Tener a Haaland les ha hecho un poco más previsibles», juzgó Thierry Henry.
Los más avezados se darán cuenta de que también el City ha ganado sus cinco partidos sin él, pero eso es al final una buena noticia para el equipo y para el jugador de 22 años, quienes deben todavía afinar su entente.
«Es un proceso en curso», había dicho en defensa del noruego el lateral Kyle Walker.
«Para todos los que llegan al Manchester City, y yo estoy aquí desde hace seis años, es un equipo difícil de integrarse, debido a que el entrenador es muy exigente. Nuestra forma de jugar es única», añadió.
Al final, Haaland será de todas maneras juzgado por los títulos ganados con él y gracias a él: la Premier League, pero sobre todo la Liga de Campeones, que siempre hasta ahora se le ha escapado al club.
Con 48 goles en 42 partidos y 1,34 tantos cada 90 minutos jugados, Haaland habrá aportado su granito de arena, pero Guardiola advirtió de otro peligro: «este hombre tendrá un problema en el futuro, y es que en cada partido se esperará de él que marque tres o cuatro goles y eso no será posible».