GANAR LA PRESIDENCIA de la República en el Perú, es correr un riesgo inminente de terminar tras los barrotes. A la fecha tres ex jefes de Estado están en el Centro Penitenciario Barbadillo; uno guarda casa por cárcel; pende un juicio con la actual presidenta; otro estuvo en prisión preventiva y hasta otro, por no pisar su encierro, prefirió suicidarse….EL MÁS ANTIGUO de los residentes en ese centro de reclusión, es Alberto Fujimori, sentenciado a 25 años de prisión y que estuviera por diez años al frente de su mandato, desde 1990 hasta el 2000. Le siguió más tarde Pedro Pablo Kuczinsky a quien por razones de salud, lo confinaron en su hogar, y más adelante Pedro Castillo que solo duró un año en el palacio de gobierno, acusado de intentar un golpe de Estado….TAMBIEN PASÓ por allí Ollanta Humala, acusado de malversación, hasta el ex presidente Alejandro Toledo, por haber recibido aparentemente más de 30 millones de dólares en sobornos….ALAN GARCÍA, al momento de ser detenido, prefirió suicidarse a ser llevado a esa temida cárcel ubicada en el distrito de Ate en las afueras de Lima, la capital peruana, y hasta se dice que la actual presidenta, Dina Boluarte, investigada por abusos de autoridad, podría ser otra inquilina una vez termine su interinato…..TRES DE ELLOS fueron hallados culpables por haber recibido  dineros de la empresa brasilera Odebrecht como Kuczinsky cuando era ministro durante la presidencia de Toledo; García durante su segundo mandato y Toledo, recientemente extraditado de los Estados Unidos donde residía, amén de un número no revelado de ex ministros y altos funcionarios que resultaron culpables tras la investigación Lava Jato que se hiciera en la república de Brasil…..SOBRE ESTOS  casos, llama la atención que en Venezuela no se hubiese encontrado culpables o cuando menos investigados en su momento, toda vez que la misma empresa señalara que había repartido unos 98 millones de dólares sin que se supiera los nombres de sus destinatarios….PERO VOLVIENDO al Perú, allí el aparato investigador funciona con cierta autonomía y con la autoridad de exigir la prisión preventiva de los inculpados hasta que se ventile sus problemas en un juicio abierto para la sentencia respectiva y el castigo merecido a quienes se han  apoderado de los dineros públicos….EN EL CASO de Alejandro Toledo, fundador del partido Perú Posible y que derrotara la dictadura fujimorista, es peor, pues no solo se había convertido en el primer magistrado venido de la población indígena de la zona andina, sino en la promesa de conducir un país, con honradez y buenos principios, los cuales traicionó ante el vil metal que por lo visto corrompe hasta a los más encumbrados.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS  universales:

“Yo en eso, no tengo nada que ver”.

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DIOS, los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS