Quejas, reclamos, y lamentos de los tachirenses por los recurrentes cortes de electricidad en la entidad, llegan diariamente a la mensajería de Yo Reporto a La Nación. Las redes sociales también están inundadas de expresiones de malestar e inconformidad.
En el municipio Andrés Bello, los comerciantes aseguran estar desesperados ante las cuantiosas pérdidas de los productos alimenticios que requieren mantener la cadena de frío. Aseguran que han permanecido hasta un día entero sin electricidad.
En Rubio, municipio Junín, y otras jurisdicciones de frontera, como Bolívar y Ureña, sostienen que los constantes apagones son implacables. Algunas poblaciones de estas áreas han reportado cortes de hasta 8 horas diarias y más.
Misma situación padecen en la zona sur del estado, la norte, y en la de montaña.
San Cristóbal y el resto de municipios de la zona metropolitana no escapan a la situación. Desde muchos sectores manifiestan que soportan múltiples cortes del servicio durante el día que alteran las distintas actividades laborales, comerciales, productivas, de estudio y del hogar.
Indican que aunque las autoridades de Corpoelec y de la entidad no han informado detalles de lo que sucede y las medidas aplicadas, están seguros de que se trata de un racionamiento del servicio que desde la empresa eléctrica del Estado han denominado en otras épocas Plan de Administración de Carga (PAC). «Inició con una o dos horas, subió a tres o cuatro, y ya estos lapsos están siendo superados», comentan los usuarios y agregan que justo estos últimos días una ola de calor está agudizando el problema porque las altas temperaturas generan desespero en la población que ya está afectada por las interrupciones diarias.
Bleima Márquez