La experiencia de dar a luz en Venezuela es un ‘parto’ antes del mismo parto, esto en razón de las condiciones cada vez más complicadas del sistema de salud público.
Rosiangel Jiménez y Doralys Carrillo, dos mujeres con embarazo a termino, contaron sus experiencias, a través de las cuales dan cuenta de los desafíos a los que se enfrentan las embarazadas en medio de una crisis sanitaria sin precedentes.
Rosiangel Jiménez, una madre soltera desempleada, ha vivido una verdadera odisea en su búsqueda por encontrar una atención médica adecuada para su embarazo y parto. Recorrió numerosos hospitales públicos en Caracas, desesperada por encontrar un lugar donde dar a luz. Sin embargo, en todos ellos se encontró con la misma realidad desoladora: se le exigía una lista de materiales e insumos médicos que no podía costear, y cuya disponibilidad no estaba garantizada.
La falta de recursos en los hospitales ha llegado a un punto crítico, donde incluso teniendo los suministros necesarios, no se garantiza una atención oportuna. Con casi 41 semanas de embarazo, Jiménez se encontró en una posición desesperada y temía que solo la atendieran cuando el bebé estuviera a punto de nacer.
Lamentablemente, la realidad de Jiménez no es un caso aislado. La mortalidad materna en Venezuela ha aumentado alarmantemente en las últimas dos décadas. Según un informe de las Naciones Unidas, la tasa de mortalidad materna ha aumentado en un 182,8% en los últimos 20 años. El sistema hospitalario público, colapsado desde hace más de una década, es un factor determinante en esta trágica realidad.
A pesar de las sanciones internacionales impuestas en 2019, el colapso de los servicios de salud comenzó mucho antes. El desabastecimiento de insumos en los hospitales públicos alcanzó el 72% en enero de 2023, según un informe de la ONG Médicos por la Salud.
La falta de suministros y la deficiente calidad de la atención médica también se evidencian en los testimonios de las mujeres. Doralys Carrillo, por ejemplo, encontró una gasa dentro de su vagina 15 días después de dar a luz en la Maternidad Concepción Palacios, el principal centro de maternidad en Venezuela. Además, relató una serie de negligencias y condiciones precarias durante su estadía en el hospital.
A pesar de estos desafíos, el gobierno venezolano implementó en 2017 el plan «Parto Humanizado», con el objetivo de brindar atención y cuidado adecuados a las embarazadas. Sin embargo, la realidad demuestra que aún queda mucho por hacer para garantizar una atención médica segura y de calidad para las embarazadas venezolanas. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras colaboran con el gobierno en la implementación de este programa y trabajan para mejorar la calidad de atención en centros de salud específicos.
A pesar de las dificultades, algunas mujeres, como Rosiangel Jiménez, han logrado encontrar la asistencia necesaria para dar a luz. En su caso, gracias a la ayuda de una conocida pudo acceder a un hospital en Caracas, donde finalmente pudo someterse a una cesárea y dar a luz a su bebé esta semana. Afortunadamente, tanto ella como su hija se encuentran bien.
Redacción web