Más del 80 % del comercio sigue paralizado en la frontera
Jonathan Maldonado
Texto y fotos
«Urge embellecer el centro de San Antonio del Táchira». La idea, proferida por Carlos Pineda, comerciante, hizo eco en el salón que congregó este fin de semana al sector productivo de la zona.
Caminar por el casco central de la Villa Heroica, es tropezarse con aceras dañadas, fachadas de locales desvencijados, huecos en gran parte de la capa asfáltica, maleza y basura dispersada en varios puntos.
Esa imagen no atrae a ningún comprador, mucho menos al consumidor colombiano que cuenta con una vitrina comercial bastante agradable visualmente, en la ciudad de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander.
Pineda continuó con su idea en el encuentro del sábado que tenía como objetivo específico escuchar las propuestas de los dolientes para rescatar el Eje San Antonio del Táchira – Ureña. Una docena de interesados acudió al llamado de la Escuela de Negocios.
«Para poder embellecer el centro de la ciudad, se debe unir el empresario – comerciante con las autoridades. Un ejemplo, la alcaldía coloca la pintura y nosotros la mano de obra, o viceversa», planteó con la anuencia de los asistentes.
El comerciante, con más de 50 años en el nicho, detalló que antes de dar este paso, se debe unificar al sector que representa, el cual está disperso, desunido. Debe encauzarse y luchar por la misma meta. «Es posible», remarcó.
A más de ocho meses de haber iniciado la reapertura progresiva, el escenario es similar o más lóbrego: más de 80% de los comercios sigue con sus santamarías abajo. No hay seguridad para invertir ni incentivos que exonere de los aranceles e impuestos.
Pineda es de los pocos que decidió quedarse en los más de siete años de cierre. Se ha reinventado al punto de incursionar en el ámbito de la gastronomía. El sector licorero lo conoce perfectamente y aún está inmerso en el negocio de las bebidas.
Este domingo, en horas del mediodía, un carro quedó atascado en la calle 5 con carreras 8 y 9, en pleno centro, al caer en el hueco con más incidentes viales en los últimos meses.
Una valla con la frase «obreros en la vía» fue puesta como mensaje de «precaución» en la transitada calle. A veces, como en esta ocasión, las ventiscas la tumban, y un conductor visitante puede caer fácilmente por no conocer el mal estado de la arteria.
Los comerciantes aún están a la espera de los obreros. El tiempo pasa y las dimensiones del hueco se hacen más grandes frente a la mirada pasiva de las instituciones públicas (alcaldía). «Queremos rescatar el centro, pero es necesario que nos unamos», puntualizó Pineda desde el salón de reuniones del Hotel Internacional, en el municipio Bolívar.