Cosas del Mundo
Uno en un millón: el raro caso de un joven de 23 años con apariencia de un chico de 13
21 de junio de 2023
Luiz Augusto Márcio Marques, de 23 años tuvo una vida normal hasta los 7 años en Passo Fundo, en el sur de Brasil. A partir de ese momento una serie de fuertes dolores de cabeza lo llevaron al hospital donde fue diagnosticado con un craneofaringioma, un tipo de tumor no canceroso pero sí muy agresivo, que afecta a una persona entre un millón.
A los 8 años el entonces niño se sometió a una operación para extirparle parte del tumor. A esa primera operación le siguieron otras 11 en un largo periodo de 15 años de tratamiento, donde además fue sometido a 7 años de quimioterapia. Tras ese proceso, el tumor no se eliminó al 100%, sino que quedó reducido al tamaño de un fríjol.
Algunas consecuencias de este tipo de cirugías son dificultad para caminar, hablar, mirar, o en última instancia, afectación del proceso de crecimiento.
A Luiz le sucedió lo último, el joven dejó de envejecer y su apariencia quedó atrapada en un niño de 13 años. En la actualidad tiene 23 años mide 1,62 metros y pesa unos 50 kilogramos.
El proceso emocional: la autoaceptación
Si bien las intervenciones quirúrgicas, quimioterapias y demás tratamientos fueron difíciles, Luiz también presentó dificultades emocionales. Cuando en plena adolescencia vio que estaba dejando de crecer y de desarrollarse, era difícil aceptarse a sí mismo.
“Cuando tenía unos 15 años, acabé rebelándome, no hablaba con nadie, no salía del aula para el recreo, ni siquiera contestaba al profesor y luego no paraban de llamar a mi tía en el colegio”, dijo.
Pero, el apoyo de sus seres queridos fue crucial para que el joven pudiera aceptarse y llevar una vida tranquila.
“Sin mi familia, no habría podido superarlo. Conozco a gente que tiene cáncer y lo deja todo”, expresó.
“Hoy no me importa nadie más. Tengo amistad con gente mayor, con gente de 20, 30, 40 años, y no me juzgan, no me dicen nada. Aquí todo el mundo me conoce, me llaman para comprarme un móvil, una televisión. Y hoy estoy muy bien, hablo mucho y no me avergüenzo de nada”, aseguró Guto.
En la actualidad, Luiz sigue viviendo con el tumor en su cerebro pero reducido al tamaño de un fríjol, por lo que ya no le genera los fuertes dolores de cabeza debido a que en el lado izquierdo de su cabeza tiene una válvula para drenar el líquido.
Redacción web