Frontera
Más 30 sanantonienses rumbo al Darién en busca de alcanzar el «sueño americano»
26 de junio de 2023
Familias despiden a sus muchachos frente a las nulas oportunidades de crecimiento
Jonathan Maldonado
El éxodo golpea a las familias de la frontera. La estampida de jóvenes no se detiene en San Antonio del Táchira, donde, en menos de 48 horas, migraron más de 30 de personas.
Por un tiempo había mermado el número de migrantes. Hubo un respiro. Sin embargo, en los últimos meses, el municipio fronterizo Bolívar ha experimentado una nueva ola de migraciones. En su mayoría son jóvenes que buscan echar raíces en otras latitudes.
El pasado martes 20 de junio, 15 jóvenes del barrio 5 de Julio y otros dos de Ricaurte, en San Antonio del Táchira, partieron rumbo al Darién, para perseguir lo que aún es considerado por muchos como el «sueño americano».
En la gráfica de la despedida, los rostros reflejaban juventud y ganas de conseguir metas, las cuales dicen están truncadas, por los momentos, en Venezuela.
El «hasta luego» fue emotivo por parte de los familiares. Muchos contuvieron las lágrimas para no hacer sentir mal al que está migrando. La promesa es el reencuentro, ya sea en tierras norteamericanas o mediante un posible retorno. Todo lo determinará el tiempo, los virajes y qué tanto se profundizan las raíces en tierras foráneas.
El miércoles 21, otro grupo de jóvenes migró. De los 15 muchachos que integraban el grupo, seis eran del barrio Curazao. Se reunieron en un punto específico de San Antonio, desde donde partieron, con el corazón arrugado, pero con las esperanzas al 100 %, hacia el puente internacional Simón Bolívar, para emplear a Colombia como el trampolín para llegar a la selva, cruzarla, y seguir con la peregrinación de países, hasta arribar a México y contar con la suerte de «coronar» el paso a Estados Unidos.
Los más de 30 jóvenes ya están en el Darién. Todos son venezolanos, de la frontera. Sus padres les dieron la bendición como sinónimo de protección. El camino apenas lo empezaron con mentes cargadas de sueños y metas que esperan cumplir en Norteamérica.
«Nos vamos a quedar solos». Esta frase, algo lapidaria, retumba en los barrios de San Antonio del Táchira. La profieren los adultos que, por diversos motivos, no ven como opción la migración. Saben que los jóvenes desean volar y, por ende, los apoyan en la difícil travesía que están emprendiendo. Buen viaje, muchachos…