Denuncia de la madre de una adolescente recluida en la Entidad de Atención de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal «Wilpia Flores de Centeno», ubicada en San Cristóbal, estado Táchira
Raúl Márquez
Angélica María Contreras Fuentes, madre de una adolescente privada de libertad que se encuentra recluida en la Entidad de Atención de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal «Wilpia Flores de Centeno», ubicada en San Cristóbal, estado Táchira, hace un llamado a las autoridades de la institución, para que permitan que un médico especialista en gastroenterología la valore, puesto que, según ella, la joven presenta graves problemas intestinales, así como otras patologías que afectan su salud.
«El 8 de junio de este año, a mi hija la trasladaron al Hospital Central de San Cristóbal para hacerle una endoscopia, sin sedación. Mi hija me manifiesta que casi se muere, y de paso esposada. Mi hija necesita alimentación balanceada, muchas proteínas, ensaladas, vegetales, frutas, pero la médico que la ha evaluado no permite que estos se le suministren», subraya la denunciante.
A su juicio, han jugado con la salud de la adolescente, pues además presenta un cuadro de infección urinaria.
«En una ocasión la evaluaron médicos forenses por lo de estas infecciones; pero al parecer, el tratamiento no fue el adecuado. Además, no le hicieron su respectiva citología, lo cual me parece fuera de lugar».
Debido a esto, Contreras Fuentes exhorta de nuevo a las autoridades del centro de reclusión que emitan una autorización para que su hija pueda asistir a consultas privadas, en las áreas de gastroenterología, ginecología y nutrición.
“La idea es llevarla a estos especialistas en donde se le hagan sus ecos abdominales, todos sus exámenes; adonde le indiquen una dieta adecuada, puesto que la enfermedad de mi hija no es cualquier cosa, es un padecimiento congénito, algo muy delicado. Estamos ante una violación de sus derechos humanos”, asevera Contreras Fuentes.