Reportajes y Especiales

La Ciudad Sagrada de los incas: “¿El ombligo del mundo?”

10 de julio de 2023

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El inca Pachacutec, glorioso emperador de los incas peruanos.

Machu Picchu, considerada actualmente entre las catorce Maravillas del Mundo, es una ciudadela ubicada a 2.490 metros sobre el nivel del mar y distinguida como Santuario Histórico, protegida en un área de más de 35 mil hectáreas de superficie enclavadas en pleno altiplano del Perú y cercana al Cuzco, capital imperial de la época.

Víctor Matos

Se cree que fue construida alrededor de 1450 por órdenes del reinante inca Pachacutec, el primer soberano de la dinastía imperial que impulsó el esplendor de su territorio que extendió luego al sur hasta el río Maule en Chile, y hasta Quito, Ecuador, al norte, formando el Gran Tawantinsuyo.

La fortaleza es un lujoso complejo urbano ubicado entre las montañas de Machu Picchu y Huayna Picchu que se alzan en el llamado Valle Sagrado de los Incas, bajo condiciones climáticas extraordinarias y que se cree albergaba a una población de entre trescientas y mil personas y que igualmente había sido convertida en un lugar ritual para sus emperadores, y para otros vacacional junto a su corte de magistrados, ñustas y altos oficiales de su milicia.

El recinto resistió a la gran guerra civil desatada entre 1529 y 1532 por los hermanos Huáscar y Atahualpa, quienes se disputaban el cetro de monarcas y que sucumbieron a la conquista de los españoles, que mantuvieron su poder tras la muerte de estos ambiciosos hermanos por tres siglos, quienes sin embargo ignoraron la construcción centenaria que luego se cubrió por su abandono por una densa vegetación de la montaña que ocultó su existencia.

Pero la también conocida como “ciudad perdida de los Andes” fue descubierta por el norteamericano Hiram Bingham, quien en busca de tumbas del pasado, detalló la presencia de esta localidad y puso bajo los reflectores internacionales su ubicación, que en la actualidad es motivo de millares de visitas de peregrinos y turistas de todo el mundo.

En efecto, la también considerada como “ciudad sagrada de los incas” ha sido motivo de una serie de fantásticas interpretaciones, desde que es precisamente “el ombligo del mundo” o centro de citas de personajes extraterrestres, no solo por el difícil acceso a sus instalaciones para su tiempo, sino por los rituales que muchos historiadores señalan que allí se efectuaban.

Lo cierto es que Machu Picchu es el principal lugar de atracción de visitantes y cantera de ingresos por el turismo en el Perú que organiza giras extraordinarias durante todo el año y que se ha convertido en un centro no solo de investigación histórica, sino de enriquecimiento cultural y económico por lo intrincado de su ubicación y motivos que llevaron al inca Pachacutec a levantar a tal altura una obra de consideración universal.

Mucho se ha escrito sobre su arquitectura y vías de comunicación, sobre la medida astronómica del tiempo y las estrellas, lo que sigue siendo un enigma y en donde ni los españoles pudieron encontrarla con sus más de treinta virreyes y toma del control gubernamental en la ciudad del Cuzco, que fuera la capital del vasto imperio.

A los 112 años de su descubrimiento, persisten muchos misterios sobre el porqué de su existencia en un lugar de tan difícil acceso para el traslado de las inmensas rocas que forman parte de la fortificada ciudadela, única en el mundo y si era un lugar estratégico militar o de descanso espiritual.

Hiram Bingham, el arqueólogo que encontró la ciudadela de Machu Picchu.

Hiram Bingham, el Indiana Jones del momento

Hiram Bingham, el arqueólogo que pasó a la historia como el descubridor de las ruinas de la ciudad de Machu Picchu en el Perú, falleció a los 81 años en la ciudad de Washington el 6 de junio de 1956 en medio de incógnitas y contradicciones sobre su hallazgo que dejó sellado con esta acción convertida ahora en titánica epopeya, por lo que muchos actualmente lo comparan con la ficción del personaje Indiana Jones de Steven Spielberg, del cine hollywoodense.

El explorador, fascinado por la cultura sudamericana, había nacido en Honolulu, capital de Hawaii, Estados Unidos, estudió en la Universidad de Yale, trabajó como profesor de Historia en Berkeley y se doctoró como tal en la Universidad de Harvard.

Su primera expedición a esta parte del continente tenía el propósito de investigar la hazaña heroica de Simón Bolívar para hacer una biografía del Libertador de acuerdo a la ruita que cumplió atravesando los Andes, proyecto que nunca pudo desarrollar.

Asistió al Congreso Científico Panamericano de Chile en 1908, que lo llevó luego a la ciudad del Cuzco, capital del imperio de los incas, en donde inició una serie de visitas a sus ruinas, hasta que en 1911 organizó una expedición que partió hacia el Valle de Urubamba, y creyendo estar a las puertas de la región de Vilcabamba, el 24 de julio de ese mismo año se encontró en el umbral de lo que sería su más sensacional descubrimiento: Machu Picchu, una ciudad de impresionante arquitectura y de una espectacular ingeniería, totalmente desconocida por el mundo en donde brillantes templos, casas reales, una gran plaza central y miles de viviendas daban la impresión de estar frente a un sueño. Se había materializado el descubrimiento jamás pensado por arqueólogo alguno, aunque después se sentó la polémica que no había sido el primero en hacerlo y que luego había vendido numerosas reliquias incaicas a los museos del mundo, pocas de ellas recuperadas en el siglo pasado por el gobierno peruano.