Los identificaron como Óscar Julián Manrique Díaz, de 22 años de edad, e Yván Jesús Ortega Sanguino, de 26. Funcionarios de la Unidad Móvil de Criminalística de Tránsito de Villa del Rosario prosiguen con las experticias de rigor

Raúl Márquez

El exceso de velocidad se contaría entre las causas del accidente de tránsito registrado en Cúcuta en el que fallecieron dos tachirenses, informaron funcionarios   de la Unidad Móvil de Criminalística de Tránsito de Villa del Rosario.

El siniestro vial se registró la noche de este domingo 9 de julio, en el Anillo Vial Oriental, en la vía al sector Boconó, Departamento Norte de Santander, muy cerca de la entrada del puente internacional Atanasio Girardot.

Los dos jóvenes, oriundos de San Rafael de El Piñal, municipio Fernández Feo, en el sur de la entidad tachirense, fueron identificados como Óscar Julián Manrique Díaz, de 22 años de edad, e Yván Jesús Ortega Sanguino, de 26 años.

Eran aproximadamente las 9:20 de la noche, cuando Manrique Díaz habría perdido el control de la camioneta, una Toyota, modelo Hilux, de color blanco, identificada con las placas A45AF0G, e impactó violentamente contra un árbol. Todo indica que los jóvenes murieron de manera instantánea.

Algunos conductores que transitaban por la vía se detuvieron para intentar auxiliarlos, pero ya no había nada qué hacer.

Unos veinte minutos después, una comisión de efectivos de la Unidad Móvil de Criminalística de Tránsito de Villa del Rosario del departamento neogranadino se hizo presente en el sitio, con el propósito de practicar la inspección técnica respectiva.

Tras revisar de manera minuciosa la camioneta, procedieron con el levantamiento de los cadáveres, que se encontraban, uno encima del otro, entre los hierros retorcidos. Fueron trasladados, posteriormente, a la sede de Medicina Legal para que les fueran practicadas las autopsias de ley.

Luego, transportaron la camioneta en una grúa a un estacionamiento que se emplea en estos casos, donde será analizada minuciosamente, para de este modo descartar si presentaba alguna falla mecánica.

Manrique Díaz laboraba en una empresa familiar, ubicada en la calle 1 de San Rafael de El Piñal, dedicada a la venta e instalación de paneles solares. Entre tanto, Yván –según el medio cucuteño La Opinión- estaba residenciado en una urbanización de Villa del Rosario, con su esposa e hijo, y trabajaba en la compra- venta de motos y carros.