Eduardo Marapacuto
El jueves 20 de julio, en el marco del Bicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, se desarrolló un ciclo de ponencias sobre tan importante batalla que consolidó definitivamente la liberación de nuestra Patria y junto con ella selló la independencia de la Gran Colombia. Tal evento se llevó a cabo en el Auditorio “Hugo Chávez” de la Universidad Politécnica Agroindustrial del Estado Táchira (UPTAIET), organizado conjuntamente con el Consejo Estadal de Gestión Universitaria (CEGU), donde presenté una ponencia centrada en los Retos de la Venezuela Bicentenaria. Allí tuve la oportunidad de compartir escenario con el cultor, Orlando Cárdenas y el poeta Néstor Melani Orozco, quienes también presentaron sus argumentos precisos sobre tan importante temática.
De verdad, la historia es la voz que habla, la voz que va abriendo las sendas de los pueblos que, a su vez, son los caminos marcados, soñados y visionarios, hacia donde enfilamos la mirada para trazar el destino. Cada pueblo tiene su propia historia y es tarea de todos ir remarcando cada evento, cada situación y circunstancia; es decir, las cosas pasadas, los grandes momentos y los retos y hazañas, de sus hijos e hijas, que permitan ir hilvanando relatos de la idiosincrasia, que viene siendo como el aceite que alimenta la antorcha para que ilumine la vida y el latir de ese pueblo.
La nuestra no es una historia acabada, sino que se va narrando, se va construyendo, se va haciendo. La de hoy viene de todos esos procesos, pasando por varias etapas, ancladas en sus propias raíces, en su propio pasado, en las huellas de sus primeros pobladores, de su cultura que aún pervive entre nosotros; luego ese pasado colonial que se inició con la conquista y la colonización, cuyo concepto encierra dominación, sometimiento y explotación por parte de otro pueblo, en este caso el imperio español; que tras una organización político-administrativa-económico-social, configuró un cruel sistema de dominación. La misma dinámica de la conquista fue dando origen a la conformación de provincias que integraron la Capitanía General de Venezuela. En todo caso, a través de las experiencias se fueron configurando las bases de nuestra identidad nacional.
Después soplaron los vientos de la etapa republicana, que se inicia con la llamarada de la gesta emancipatoria, cuyas fuerzas rompen el orden político-social, abriendo los espacios para la independencia y la conformación de la República; por supuesto, pasando además por el periodo de la guerra, con sus batallas, sus victorias y sus derrotas. Todo el proceso independentista venezolano fue conducido por nuestros próceres libertadores, fundamentalmente por Simón Bolívar, eje central y conductor del proceso de liberación.
Consideramos importante abordar nuestra historia desde la perspectiva de los retos porque nos va a permitir reconstruir una narrativa para conocer a profundidad cuáles son los retos del presente, cuáles fueron los retos del pasado y cuáles serán los retos del futuro. Esa visión nos va a permitir seguir avanzando, porque si de algo tenemos los venezolanos y venezolanas, es que del triunfo de la Revolución en esta tierra de Bolívar y de Chávez, dependerá el triunfo de la revolución en otras naciones del mundo. Además, eso nos compromete, nos blinda para defender la patria y lograr la estabilidad plena de nuestra República.
En esto último estamos claros también, porque tenemos que vencer a los enemigos internos y externos y buscar los mejores aliados. Los enemigos internos están allí, avivando el fuego a cada rato; y los enemigos externos, como las hienas, esperando para devorar nuestros recursos; pero la historia está con nosotros y seguiremos adelante. ¡Qué así sea!
*Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.
Investigador RISDI-Táchira