Reportajes y Especiales

La iniquidad en nombre de la razón de Estado

24 de julio de 2023

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La injusticia no es un problema solamente de la era moderna.

 

La iniquidad es sinónimo de injusticia o gran maldad en el modo de obrar frente al prójimo, igual o próxima a la infamia o a la ignominia, lo que precisamente a finales del siglo XIX cobró una víctima emblemática y cuyo juicio explotó con el caso Dreyfus, de corte antisemita con un trasfondo de falso espionaje y cuya víctima fue el capitán del ejército francés Alfred Dreyfus, quien nació en 1859 y murió en 1935.

Victor Matos

Este militar, de origen alsaciano, conmocionó a la sociedad francesa durante doce largos años, de 1894 a 1906, marcando un hito en la historia del antisemitismo, que solo se había visto anteriormente en España con la imposición de la Santa Inquisición y en la década de los 40 del siglo XX en la Alemania nazi de Adolf Hitler durante el desarrollo de la II Guerra Mundial.

A finales de 1894, este capitán del Ejército fue acusado de entregar documentos secretos a los alemanes, por lo que fue sometido a un proceso que acabó con el castigo de la imposición de cadena perpetua y el destierro en la colonia penal de la llamada Isla del Diablo en la Guayana Francesa, en Sudamérica, sometido allí en condiciones infrahumanas por alta traición a la Patria.

Convencidos por la arbitrariedad de esta condena infame, su familia, y sobre todo su hermano Mathieu, emprendieron una cruzada para probar su inocencia, que llevó varios años para que se realizara otro juicio, con resultado totalmente diferente y en donde tuvo mucho que ver la prensa parisina, sobre todo la posición asumida por los medios impresos que asumieron posiciones divergentes.

A los alegatos sobre su defensa, se sumó el escritor Emile Zola, quien logró cambiar a la opinión pública, que se enfrentó incluso a las intrigas que se manejaban en el seno del Ejército, que finalmente tuvo que admitir que se llevara a cabo la revisión del caso.

En 1906, su inocencia fue reconocida oficialmente por la Corte de Casación del Tribunal Supremo del país europeo que anuló el juicio de 1899 y decidió la rehabilitación de Alfred Dreyfus, reintegrándolo totalmente al Ejército, ahora con el rango de Comandante, presea con la que incluso participó en la lucha bélica de la Primera Guerra Mundial, 1914-1918.

En marzo de 1896 se comprobó que el verdadero traidor había sido el mayor Ferdinand Walsion Esterhazy, a quien sin embargo apañaron los medios militares y lograron su traslado al Norte de África, y que luego a su retorno a París, fuera recibido como un héroe de las fuerzas francesas.

El Caso Dreyfus se hizo célebre por la polémica que desató su proceso y por su rehabilitación final que ha servido de motivo de ejemplo que la justicia tarda, pero siempre llega por más caminos adversos empujados por la maldad y la discriminación, ante el abuso de poder o por la infamia de las almas desviadas.

Emile Zola, el gran escritor francés, quien luchó por la inocencia de Alfred Dreyfus.

Emile Zola: ”Yo debo acusar, yo acuso”

Emile Zola fue un gran escritor y novelista francés, autor de la célebre obra “Nana” quien por medio de un artículo que publicó en defensa del condenado capitán Alfred Dreyfus, estremeció a la opinión pública de finales siglo XIX que culminó con la absolución del militar que ha pasado a la historia de la justicia internacional.

Por la valentía reflejada en su escrito titulado “Yo acuso”, fue enjuiciado junto al director del periódico La Aurora donde se publicó su defensa, Alexandre Perrenx, publicado el 23 de febrero de 1898, por difamación pública, libelo que finalmente no prosperó.

La revelación del escándalo surgido por la columna “Yo acuso” provocó una sucesión de crisis política y social, inéditas, que pusieron en el punto de máxima atención las fracturas pronunciadas sobre el odio a la raza judía que subyacían en  la mayoría de la capa social de la Tercera República francesa, evento que dividió a la opinión pública en dos campos opuestos en una confrontación inédita en donde aparecieron los pro y los anti vindicadores del caso Dreyfus, significando entonces la virulencia de un violento nacionalismo y antisemitismo difundo sobre todo por una prensa sumamente influyente y que se convirtió para entonces en el símbolo moderno y universal de la iniquidad que trascendió el sentimiento humano fuera de las fronteras galas.

A todos quienes pedían el cuello del acusado, se enfrentó Emile Zola con su trabajo periodístico de difusión por la aplicación de la justicia que tarde o temprano llega, y llegó al hombre que luego fue ubicado como un héroe de la milicia y quien después siguió sirviendo a su país desde la trinchera militar que continuó hasta el fin de sus días.

El caso Dreyfus ha servido de emblema para la credibilidad y sostén de la justicia que tarde o temprano se impone para el bien de la sociedad libre en el mundo entero. (Víctor Matos)

 

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