Jada Moore, una niña de cinco años, murió como consecuencia de los constantes maltratos físicos a los que era sometida por sus abuelos, al parecer por más de dos meses. El suceso ocurrió en los suburbios de Chicago.

Según los fiscales que revelaron los detalles aterradores el pasado lunes, Jada había sido azotada una docena de veces con un cinturón por defecar sobre sí misma. Los médicos forenses señalaron que las lesiones que sufrió la niña eran tan graves que se asemejaban a las comúnmente vistas en víctimas de accidentes automovilísticos.

Los acusados, Klent Elwoods de 62 años y su esposa Lisa Jones de 57, residentes de Park Forest, enfrentan cargos de asesinato en primer grado debido al homicidio causado por lesiones múltiples producto del abuso infantil.

La tragedia salió a la luz cuando la policía y los paramédicos acudieron a la residencia de la pareja el pasado 14 de julio después de las 11 pm, en respuesta a un informe de un niño que no respondía.

Según los fiscales, fue Elwoods quien llamó al 911 y admitió a los despachadores que había golpeado a su nieta. “Estaba golpeando a mi pequeña nieta y ahora ya no está”, confesó.

Cuando los oficiales llegaron a la escena, encontraron a la pequeña Jada “acostada en el sofá completamente desnuda”. Los técnicos de emergencias médicas intentaron practicarle resucitación cardiopulmonar antes de trasladarla en avión al Comer Children’s Hospital. Sin embargo, lamentablemente, la niña no pudo recuperarse y falleció en las primeras horas del sábado.

La comunidad está conmocionada y desolada por este horrendo crimen, y se espera que el caso sea llevado a juicio para que se haga justicia en nombre de la joven víctima.

Redacción web