Michael Kohlhof, un hombre de 35 años, vivió una experiencia aterradora después de ser picado por una pulga. Lo que parecía ser una simple picadura terminó llevándolo al borde de la muerte y enfrentando la posibilidad de amputarle sus extremidades.

El drama comenzó el pasado 19 de junio, cuando Michael, sintiéndose enfermo, fue trasladado de urgencia a un hospital, mientras su familia pensaba que solo tenía síntomas de gripe. Sin embargo, la realidad era mucho más alarmante.

Ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Michael fue diagnosticado con shock séptico, lo que llevó a los médicos a realizar diversos exámenes para identificar la causa de su grave estado de salud.

Según las declaraciones de su familia en la página GoFundMe, los médicos finalmente diagnosticaron a Michael con tifus, una infección bacteriana que se transmite entre los humanos a través de las picaduras de piojos, niguas y pulgas. Sorprendentemente, se informó que la bacteria responsable de la infección solo se propaga a través de las pulgas.

Durante su largo mes de hospitalización, Michael sufrió una experiencia devastadora. Los médicos se vieron obligados a tomar medidas drásticas para salvar su vida, llevando a cabo la amputación de ambas manos y “partes de los pies y los dedos de los pies”, según medios locales.

Alishpa Masood, la pareja de Michael, compartió que los médicos les informaron que la picadura provenía de un tipo particular de pulga portadora de tifus, que generalmente se encuentra en California y Texas. Tanto la madre de Michael, J’Lenne Hardaway, como Masood, están bastante seguros de que la picadura ocurrió en Houston, ya que “toda la familia” tiene mascotas, incluyendo perros y gatos.

Redacción web