Las Comisiones de la Coordinación de Investigaciones de Delitos Contra las Personas en el estado Barinas lograron esclarecer un homicidio que conmocionó a la comunidad. El cuerpo sin vida de Francisco Javier Bodas Quintero fue encontrado en el sector Vega del Oso, parroquia Caldera, municipio Bolívar, estado Barinas, y en un principio, se creyó que su muerte había sido producto de un desafortunado accidente mientras ordeñaba una vaca.

Sin embargo, una exhaustiva investigación reveló una impactante verdad: su esposa, Sonia del Carmen Moreno Albarrán, y su amante, Leonardo José Rivas Angarita, habían planificado su asesinato para apoderarse de sus bienes, simulando un accidente con el ganado.

Inicialmente, se informó que Francisco había fallecido de manera inmediata tras recibir una patada de una vaca mientras realizaba labores de ordeño. La versión oficial atribuía el fallecimiento al supuesto accidente con el ganado, pero las autoridades sospecharon de la veracidad de esta versión al examinar el lugar del suceso. Detectaron discrepancias entre la narración ofrecida y las lesiones encontradas en el cuerpo, lo que llevó a profundizar en la investigación.

Tras realizar la necropsia correspondiente, los resultados revelaron que Francisco había fallecido a causa de múltiples golpes en la cabeza, los cuales fueron infligidos con una piedra encontrada en la escena del crimen. La aparente muerte accidental por la vaca quedó desmentida, y se descubrió que todo fue una maquinación para ocultar un homicidio premeditado.

Las pesquisas de las autoridades determinaron que Sonia del Carmen Moreno Albarrán, pareja formal de Francisco, fue la autora intelectual del macabro plan. Ella, en complicidad con su amante, Leonardo José Rivas Angarita, idearon la trama criminal con el objetivo de apoderarse de los bienes de la víctima tras eliminarlo.

Redacción web