Solamente a través de la mensajería de Yo Reporto a La Nación se recibieron, entre junio y julio de 2023, 268 reportes ciudadanos de cortes, apagones y fluctuaciones de electricidad. Es el servicio público con mayor número de denuncias

Bleima Márquez

Las quejas por la prestación de los servicios públicos en el estado Táchira no cesan. La población está cansada.

Durante los meses de junio y julio de 2023 se registraron un total de 268 reportes sobre cortes, apagones e inestabilidad en el servicio de electricidad que afecta a habitantes de todas las edades de los distintos municipios del Táchira.

Le siguen el suministro de agua potable por tubería con 34 quejas, luego el gas doméstico con 31, y en cuarto lugar lo concerniente a telefonía fija y móvil e internet, con 21 mensajes en un lapso de dos meses.

Las cifras contabilizadas en las distintas plataformas de mensajería de Yo Reporto a La Nación es una muestra del descontento y angustia existente ante las constantes interrupciones del servicio en esta entidad andina.

Los números de quejas representados en porcentajes muestran que 75,7 % de los denunciantes se sienten ahogados por los problemas con la electricidad. El resto son personas que manifestaron inquietud por otros servicios, se dividen entre agua, gas, y telefonía e internet, pero con porcentajes muy bajos con respecto a la queja número uno.

Diariamente se reciben reclamos y lamentos. Aseveran que los recurrentes cortes alteran las actividades cotidianas del hogar, estudio y trabajo. Incluso expresan inquietud por los enfermos que son atendidos en sus hogares.

Sector comercial

El sector comercial también ha expresado preocupación porque, según señalan, permanecen largos lapsos sin fluido eléctrico, generando pérdidas cuantiosas que incluso los pueden conducir a la quiebra.

Hace pocas semanas en los municipios Ayacucho y Junín se perdieron alimentos como carnes, lácteos, entre otros, que requieren mantener la cadena de refrigeración para la conservación. Esta situación se ha presentado en otras jurisdicciones del estado.

En los municipios de frontera, como Junín, Bolívar y Ureña, aseguran que los constantes apagones son implacables.

Los reportes indican que los cortes de luz pasaron de 3 y 4 horas a 6 y 8 diarias. Ahora pueden durar 10 horas y más.

Situación parecida viven las familias de San Cristóbal, capital del Táchira, y el resto de los municipios que forman el área metropolitana como Cárdenas, Córdoba, Guásimos y Torbes.

Desde las zonas norte y sur del estado también emiten mensajes denunciando lo que consideran un mal servicio de electricidad. Igual sucede en las poblaciones de montaña del Táchira.