Comerciantes se sienten agobiados por los frecuentes y prolongados cortes
Jonathan Maldonado
«Ya se habían demorado», fue la frase esbozada por Carmen Díaz, el viernes 4 de agosto al interrumpirse el programa de radio que escuchaba, desde la comodidad de su hogar en la frontera, a causa de un nuevo corte.
La ciudadana, de 66 años, vive en el barrio Lagunitas de San Antonio del Táchira. Su circuito ha sido llamado el de «seguridad», pero actualmente sufre los mismos cortes que los demás. Ya no hay privilegios por ser de los barrios que conforman esa franja.
«Ahora, al día, se están dando hasta tres cortes. Algunos duran tres horas, otros dos o una hora», prosiguió la sexagenaria. El reloj marcaba las 8:40 a.m. No pudo escuchar completo su programa de noticias, el cual concluye a las 9:00 a.m.
Aunque hubo días donde el escenario daba la impresión de que los cortes estaban mermando, volvieron a recrudecerse las fallas en los municipios fronterizos Bolívar y Pedro María Ureña, lo que representa un gran golpe para los pocos comerciantes que sobreviven en la zona.
«Es difícil seguir así»
A las 11:15 a.m. del viernes, el corte se presentó en el casco central de la Villa Heroica. En ese momento, las plantas eléctricas volvieron a relucir con su particular sonido, el cual, para muchos, recuerda el agobio que se vive.
«Las plantas no están descansando», dijo un comerciante durante el recorrido que hizo el equipo reporteril de La Nación por el centro de San Antonio. «Se gasta mucho en gasoil y las entradas son pocas», aclaró.
La lucha del empresario por mantener sus puertas abiertas se ve cuesta arriba por el franco deterioro de los servicios públicos. «Aquí se guapea, pero nada más. Uno trata de no perder la esperanza, pero es muy complejo. No se ve el cambio por ningún lado», continuó el joven comerciante.
La desazón predomina en el rostro de quienes aún suben las santamarías de sus locales, sobre todo cuando están alquilados y saben que la fecha de pago se acerca y no han logrado reunir el monto a cancelar. «Es frustrante», recalcó.
En Ureña, la situación es similar. Comerciantes están a punto del colapso por los constantes apagones. Piden al Gobierno implementar estrategias que permitan ponerle un coto a la problemática.