Estiman que 28% de la población en Cúcuta es venezolana
22 de septiembre de 2024
Fredy Contreras Rodríguez*
Nadie sabe quién lo hizo, pero el 3 de agosto fue declarado Día mundial de la Sobrecapacidad de la Tierra, definida como el momento del año cuando la producción de recursos naturales del planeta es superada por la demanda humana, excediendo la capacidad de regeneración de tales recursos naturales y por tanto, amenazando la sustentabilidad de la vida del ser humano sobre el orbe. Es un concepto con cálculos econométricos donde se compara la huella ecológica del hombre con la capacidad que tiene el planeta de regenerarse y reproducir sus recursos naturales. En otras palabras, se compara el nivel de destrucción que el ser humano le causa a la Tierra con el uso irracional que hace de sus recursos naturales.
La sobrecapacidad de la tierra surge de analizar un amplio espectro de factores cuyo denominador común es el hecho humano; y entre ellos, el modelo económico mundial, el crecimiento de la población, el consumismo, los niveles de destrucción de recursos naturales, el desperdicio de los alimentos, la capacidad de regeneración del planeta en sus ecosistemas y el uso eficiente de los recursos naturales. De todos ellos, es el modelo económico el factor que más incide en la sobrecapacidad de la tierra con la destrucción de los bosques, la extracción indiscriminada de materias primas, la minería ecocida, la explotación petrolera, la petroquímica y el plástico su producto emblema, la industrialización, el turismo depredador y el urbanismo mundial, como principales elementos referenciales de dicho modelo.
Continente por continente y país por país, el cálculo de la sobrecapacidad de la tierra no es igual, obviamente. Información especializada en Internet señala que -en general- la sobrecapacidad de la tierra se agota más rápido en los países ricos que en los países pobres; incluso, hay países cuya sobrecapacidad está equilibrada en el tiempo. La Organización no gubernamental Global Footprint Network -GFN- afirma que “el 9 de febrero fue el día en que el primer país del mundo los agotó” y señala a la potencia petrolera árabe Catar como tal; el 15 de marzo, Estados Unidos, y Estonia el 30 de marzo, siendo Catar, Estados Unidos, Canadá, Kuwait, Dinamarca, Barein, Emiratos Árabes, Luxemburgo y Estonia los 10 países que más rápido destrozan los recursos naturales que producen en un año. También dice que Cuba, Marruecos, Bolivia, Nicaragua y Laos son los países que tienen equilibrada su sobrecapacidad.
A nivel mundial aún es posible lograr el equilibrio en la sobrecapacidad de la tierra y avanzar en la tarea de salvar al planeta del desastre climático en ciernes. Dicho fin requiere que los Estados de la Tierra cumplan el compromiso de ejecutar planes concertados y acciones puntuales, dirigidas a neutralizar todos los factores -económicos en su mayoría- que inciden negativamente en la sobrecapacidad, de los cuales han sido citados ya: el desperdicio de alimentos, la destrucción de los ecosistemas, el consumo insostenible de energías, la producción de artículos inútiles que inducen al consumismo innecesario, la producción no sustentable y la contaminación ambiental.
Más allá de la anécdota del 3 de agosto, nada se habla del asunto. Los organismos internacionales han tomado decisiones que son “saludos a la bandera” como ocurre con los “Objetivos del Desarrollo Sostenible” y las “cumbres del clima” -COP- de las cuales ya van 27. Es urgente tomar decisiones que involucren a todos los Estados del planeta. Se debe avanzar en políticas para gobernar el uso racional de los recursos que nos da la tierra, en la reducción sustancial de la agricultura industrializada y la promoción de prácticas agrícolas ecológicas; en reducir el desperdicio de los alimentos -se estima que casi el 40 % de la producción de alimentos termina en los vertederos- y reducir el consumismo y el desperdicio de energías renovables y no renovables.
Sobrecapacidad de la tierra y desastre climático son “harina del mismo costal”. El uno tiene que ver con el otro y viceversa. Avanzar en la solución de ambos irremediablemente pasa por cambiar el modelo económico actual -predador, irracional, injusto- por otro modelo que sea sustentable y respetuoso de la Tierra y sus leyes naturales; modelo que debe garantizar la sobrecapacidad de la tierra en equilibrio para asegurar la supervivencia de las generaciones futuras.
Salvar el planeta no será tarea fácil.
*Ingeniero. Agricultor urbano.
Crisis de Venezuela se cuela a duras penas en la semana de Alto Nivel de la ONU
22 de septiembre de 2024
Team Medellín presente en la Vuelta a Venezuela 2024
22 de septiembre de 2024
Lo más visto
