Propone la privatización de empresas del Estado, excepto PDVSA, porque considera que es necesaria una empresa estatal para manejar la actividad petrolera.
Maryory Bustamante
La fe es su mayor fortaleza y su debilidad es creer mucho en la gente, así dijo César Pérez Vivas, el tachirense que aspira ser el octavo presidente “gocho” que tendrá Venezuela. En sus 66 años ha militado gran parte de su vida política para el partido Social Cristiano COPEI, pero en esta oportunidad su candidatura es apoyada por Concertación Ciudadana.
El equipo reporteril de La Nación abordó al precandidato presidencial, para que nos diera su Respuesta Definitiva, donde además de manifestar sus propuestas de gobierno, reiteró su total apoyo y participación en las primarias del 22 de octubre. Vivas, quien gobernó al estado Táchira durante el período 2008-2012, posteriormente su gestión fue empañada por rumores de presunta corrupción luego de que quedará inhabilitado políticamente por la Contraloría del Táchira, desde el 2015 hasta el 2022.
—¿Cree usted que corre el riesgo de volver a ser inhabilitado?
—No, porque yo no tengo ninguna actuación administrativa de ningún tipo, ni penal pendiente de ninguna naturaleza. Inclusive la inhabilitación de que fui víctima fue un hecho absolutamente absurdo. Contrario a la propia normativa vigente en ese momento hace 10 años. Y, sin embargo, me tocó sufrir esa inhabilitación durante 7 años y medio. Ya tengo un año de haber terminado esa inhabilitación.
—¿Qué opina de los precandidatos que están inhabilitados, pero insisten en formar parte de las primarias?
—Ellos tienen derecho a defenderse, derecho a ejercer sus recursos. Yo los ejercí en su momento. Yo no pude volver a ser candidato después del 2012 porque precisamente, a pesar de haber ejercido mis recursos, de haber dado mi lucha, no logramos que se respetaran esos derechos. De modo que yo tengo que respetarles a las personas que están siendo víctimas de esta injusticia, el derecho que ellos tienen también a defenderse.
—¿Cuál de los candidatos a la primaria considera usted que es un contrincante?
—Ninguno es contrincante, son competidores todos.
—¿No se siente extraño no siendo el candidato de COPEI, partido en el que usted ha militado toda la vida?
—Hay gente que es muy oportunista. COPEI está en manos del Gobierno. Yo soy candidato de los copeyanos, de los adecos independientes. Lamentablemente estamos concibiendo los partidos como eran antes. Yo soy un hombre de la democracia cristiana, todo el mundo lo sabe, mi formación es esa, pero mi partido histórico, el Partido Social Cristiano COPEI, lo tomó el Gobierno y lo secuestró—dijo Pérez Vivas, y ante este contexto reiteramos la pregunta.
—Pero, hay dos COPEI, uno de ellos (COPEI ODCA) que supuestamente no está en manos del Gobierno ¿Por qué no acudir a ese partido?
—No, perdóname, yo estoy a la orden de ellos. Lo que pasa es que no hay tampoco una institucionalidad donde uno pueda presentar sus candidaturas como era en el pasado, que había elecciones, que había eventos, había reglas claras. Ese es un grupo de compañeros que se llaman así, pero que también tienen su derecho a participar y ellos están participando.
—¿Considera que para lograr un cambio positivo en el país solo se necesita cambiar de presidente?
—No, hay que ir mucho más allá. Cambiar a Maduro es fundamental, pero cambiar el modelo económico de hambre, de corrupción que representa la economía socialista, y cambiar el modelo de Estado centralista, militarista, autoritario, el Estado comunal, como lo llaman ellos, es también un desafío y un reto muy importante. Tenemos que volver a tener un verdadero Estado democrático, donde haya equilibrio de poderes, donde haya el Estado federal descentralizado, para poder producir una economía moderna, una economía productiva, una economía que genere riqueza, donde el trabajador gane lo suficiente para vivir, y para ahorrar y para criar a su familia—respondió con firmeza.
Prosiguió detallando un poco la situación actual del país desde su perspectiva:
—A mí lo que más me angustia en este momento son los salarios, son las pensiones de los jubilados, lo que más me angustia es la falta de servicios públicos, pero estoy claramente consciente que para poder devolverle la calidad de vida a la gente, para que el empleado, el trabajador, tenga plata en su bolsillo y le alcance la plata para los gastos de la familia, y tenga recursos del pensionado para poder comprar su medicina, y tenga la familia cómo comprar casa, cómo tener acceso a vehículos, los jóvenes cómo tener acceso también al trabajo, pues se requiere un cambio político. Si no hay cambio del modelo político, socialista, comunista, por un modelo democrático, no habrá posibilidad de recuperar la economía.
—¿De dónde salen los recursos para su campaña electoral?
—De la ayuda de muchos amigos que me reciben, que me colaboran, porque ustedes ven que yo tengo una campaña austera, yo no ando montando tarimas gigantescas con orquestas, con equipos de sonido, no ando pagando autobuses en ninguna parte, porque precisamente mi campaña es una campaña ciudadana, financiada por muchos venezolanos que me acompañan, desde el que me recibe en su casa, me da posada, el que me invita a almorzar en su casa, el que me lleva en su carro, el que me apoya con una pequeña publicidad en las redes sociales, todo eso es contribución de los amigos que tengo en toda Venezuela.
—Usted en su campaña propone la privatización de empresas del Estado, excepto la de PDVSA ¿Por qué esta no?
—Porque PDVSA es la empresa que necesitamos para manejar la actividad petrolera. En Venezuela, a diferencia de Estados Unidos, el petróleo es del Estado, es de la sociedad, y esa riqueza tiene un valor cuando es extraída y tiene que haber una empresa que maneje los negocios de su comercialización, de sus relaciones con las empresas que van a trabajar junto con nosotros en la refinación, en la comercialización, y todo eso requiere de una empresa. No es lo mismo manejar un tipo de actividad económica a través de un ministerio, de un instituto autónomo, que hacerlo a través de una empresa, porque la empresa es la herramienta idónea para el comercio, para la industria, y en consecuencia Venezuela tiene que tener una empresa petrolera sólida, moderna, con capacidad gerencial, que tiene que ser PDVSA—.
Entre tanto, dijo con preocupación:
—Hoy en día PDVSA lo que da es pena, eso está arruinado, destruido, pero nosotros vamos a tener un proceso de reingeniería para que vuelva a ser la empresa matriz que dirija el negocio petrolero, solo que el negocio petrolero en el futuro va a tener una gran apertura y van a ser empresas privadas las que van a trabajar en la extracción, las que van a trabajar en la refinación, las que van a mejorar las refinerías, las que van a trabajar en la comercialización— enfatizó.
—Eliminar la reelección presidencial también propone usted. En caso de no ganar, ¿la fomentaría para que esto igual se lleve a cabo?
—Yo tengo ya varios años defendiendo esta tesis, y desde hace seis años, quienes conozcan mi pensamiento y quienes me siguen en mis artículos de prensa, saben que yo vengo proponiendo esto, desde el año 2019 presenté a la Asamblea Nacional un proyecto de reforma a la Constitución donde incluyo esta figura, de modo que lo estoy haciendo y decidí entre otras cosas ser candidato presidencial porque uno plantea estos temas y poco eco tienen; en cambio ahora que soy el candidato a la presidencia, la gente empieza a darse cuenta que el tema es importante y que vale la pena, de modo que él no está atado exclusivamente a mi candidatura presidencial sino que es una propuesta intelectual, política, que vengo haciendo como profesor de Derecho Constitucional, como profesor de Derecho Administrativo durante muchos años en la universidad pero también como parlamentario que he sido y como hombre público que aspira a liderar la República de Venezuela.
—De ser presidente, ¿qué principales medidas tomaría en el estado Táchira tomando en cuenta que es frontera?
—Lo primero que voy a hacer es eliminar Peracal, esas alcabalas de la indignidad, esas alcabalas del matraqueo las vamos a eliminar porque eso solamente sirve para molestar a la gente buena. Los malandros, los traficantes de drogas, los delincuentes pasan en las narices de todos ellos por todas las vías posibles. En cambio, la gente buena, la gente de bien que quiere venir a trabajar, que quiere venir a visitar, que quiere recorrer el país, no puede porque apenas llega una alcabala de estas empieza el viacrucis de hostigamiento, de extorsión a que son sometidos los venezolanos; en mi gobierno habrá libre tránsito entre Venezuela y Colombia.
—Pero, ¿cómo garantizar la seguridad si elimina las alcabalas?
—Hay muchas formas, la seguridad no es por las alcabalas, la seguridad es en la inteligencia y en ubicar a las personas que se dedican al delito, y eso hoy en día hay muchas tecnologías y muchos recursos para hacer investigación, estas alcabalas son del siglo XVI, del siglo XVIII, es un atavismo de las dictaduras, del autoritarismo que tenemos que superar.