Unos 8 millones de dólares recibirá cada familia de los 40 migrantes que murieron por un incendio el 27 de marzo en un centro de detención de extranjeros indocumentados de la mexicana Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, informó este domingo el gobierno.
Según las autoridades mexicanas, el incendio se originó cuando un migrante prendió fuego a un colchón en la celda donde permanecía con otros 67 hombres, en medio de una protesta por una posible deportación.
Imágenes de una cámara de seguridad mostraron que una vez desatado el incendio, ni el personal de migración ni el de seguridad hicieron algo por evacuar a los migrantes.
Un total de 39 migrantes murieron en el lugar, la mayoría por asfixia, y uno más en un hospital. Además 27 sufrieron lesiones. La mayoría de los fallecidos son de Guatemala, el resto de El Salvador, Venezuela, Honduras y Colombia.
El Instituto Nacional de Migración (INM), responsable de las estaciones de migrantes indocumentados, informó el domingo que todos los cuerpos ya fueron enviados a sus países de origen y que solicitó a la secretaría de Hacienda «una partida presupuestal especial para la reparación del daño».
El monto aprobado fue de 140 millones de pesos «para cada una de las víctimas fallecidas», lo que equivale a unos 8,2 millones de dólares, detalló el INM.
La tragedia provocó reclamos al gobierno mexicano de organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y protestas de migrantes sin documentos en paso por México.
Ciudad Juárez, vecina de El Paso, Texas, es una de las localidades fronterizas donde permanecen varados numerosos migrantes que buscan cruzar a Estados Unidos para pedir refugio.