Los residentes de Zorca Providencia, Zorca San Isidro y Zorca San Joaquín exigen mantenimiento al cauce de la quebrada La Zorquera, temen ocurra una tragedia.
Freddy Omar Durán
Habitantes de Zorca Providencia, Zorca San Isidro y Zorca San Joaquín se apostaron este jueves, desde la cinco de la mañana, en la carretera entre San Cristóbal y Capacho Nuevo, para exigir el mantenimiento del cauce de la quebrada La Zorquera que esta semana ha dado cuenta, nuevamente, de su capacidad destructiva soliviantada por las fuertes lluvias de estos días.
Una barrera humana reforzada con cables y restos vegetales sirvió para que el tráfico quedará totalmente blouqeado a la altura de Zorca Providencia frente a la calle Táchira. Pasadas las 12:00 del mediodía seguía el conflicto.
Los residentes de la calle Táchira, por ejemplo, se mostraron especialmente preocupados, pues ya de tres años para acá La Zorquera se ha adentrado más y más a sus casas, obligando el desalojo de muchas de éstas.
— Somos treinta y seis familias en peligro, con embarazadas, niños, niñas y personas de la tercera edad. La quebrada se llevó parte de algunas casas y la iglesia de los Testigos de Jehova. Llevamos 3 años con el problema y no han traído la máquina — afirmó Edilia Zegarra.
El reclamo unánime fue uno solo: mantenimiento a una quebrada que entre los daños más destacados se menciona haber dejado incomunicados a los sectores Zorca Piedecuesta, Zorca Buenos Aires y Zorca San Joaquín.
Para levantar la protesta pusieron como otra condición hablar directamente con el gobernador Freddy Bernal, para establecer un compromiso que esperan sí sea cumplido.
— En Piedecuesta necesitamos soluciones porque no tenemos manera de salir, y estamos trancados por todos lados sin posibilidad de salir de nuestras casas y dirigirnos a nuestros trabajos — agregó Egle Veneta.
Un dragado que ellos piden urgente pues la temporada invernal aún empieza, y por los informes meteorológicos serán más intensa que en otras ocasiones, y tal lo anuncian una singular actividad eléctrica en la atmósfera con nubes de cuyo oscuro color presagian lo peor para los próximos días.