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26 de noviembre de 2024
Porfirio Parada
Hay que ver cuánto territorio y geografía en la mente y espacio tiene la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses. Hay que ver las otras Bibliotecas de Autores y Temas de otros estados de Venezuela. Hay que descubrir la historia viva de esta importante fundación tachirense que antes su financiamiento era por decreto de estado desde la presidencia de la república, para el sector cultural del país. Una biblioteca que ella misma exige releer y si se puede imaginar. Creada por el año de 1960 por el expresidente de la nación, Ramón J Velásquez. Nacido en San Juan de Colón. Excelente periodista, insistente en su faceta como escritor, amante de la historia de su patria e involucrado profundamente a ella.
Escuché por primera vez lo relacionado con la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses (BAT) cuando compartí y participé hace tiempo en la Peña Literaria Manuel Felipe Rugeles, una de mis primeras escuelas de varias escuelas en este mundo de las palabras, escritas, leídas, pensadas en literatura. Allí estuve en bautizos de varios libros de la BAT, conocí a su actual director, el profesor universitario e historiador, seguidor de temas sobre arquitectura, Ildefonso Méndez Salcedo. Pude constatar por ese tiempo lo que representa esta editorial para los tachirenses, para el Táchira e incluso para Venezuela. Conocí o conozco a gente que estuvieron con la BAT, como junta directiva, como delegados, asesores, que salen en algún crédito, conozco a autores y poetas que salen en esos libros y alguno de ellos los saludo en la calle o algunas veces nos escribimos por Whatsapp. He leído a algunos autores que no conocí, que ya muertos todavía viven en algunos momentos de la vida de sus lectores, se vuelven influyentes, en algún imaginario, en alguna tierra mojada o terruño, en alguna consulta, investigación o documentación pasajera, viven en la memoria de los tiempos, en algún trato con el pasado, en la nostalgia y en el recuerdo de vivir.
La vida del campesino del páramo. Sus soledades vistas y reflejadas desde el frio y la neblina. Relato nocturno o al salir el sol. El estudio de esta región andina, la geografía, limitaciones y fronteras. Investigaciones de sus rocas y tierras, sus lagunas y quebradas, su verdor en lo gris envuelto de siglos. Hay libros sobre la vida política pero andina de los ex presidentes de Venezuela; Juan Vicente Gómez, Cipriano Castro e Isaías Medina Angarita. Hay libros de escritores que no nacieron aquí pero escriben con base y pasión sobre estas montañas. Hay libros sobre plantas y hierbas, sobre gastronomía regional, las tradiciones y el folklore, cartas de amor, poemas, ensayos, ecuaciones matemáticas en cuadros que reflejan las grietas que dividen los municipios y los ríos. Libros sobre música como por ejemplo del maestro Luis Felipe Ramón y Rivera junto a su esposa Isabel Aretz. Hay libros de confesión, autobiografía de una niñez, recuerdos de algunos pueblos con sus calles, de la soledad de algún anciano caminante con el vaho levitando en la boca. Está lo social, religioso y lo económico. Hay artículos de opinión. Episodios de guerra entre dos bandos o dos tierras de un mismo pueblo. Está la otra frontera para llegar a la nuestra, Mérida, Trujillo, Colombia, Pamplona, Cúcuta, Bogotá. La frontera que ha existido entre Caracas y Táchira, en la BAT también se refleja.
La presentación del libro es blanco con rojo. Letras negras (con fondo blanco) y letras blancas (con fondo rojo) Con una presentación particular e idéntica que identifica a la BAT en cualquier parte. En algunas ediciones la tonalidad del color rojo cambia (error, quizás con la imprenta, realmente no sé) y en el tamaño del libro también (esto no es error, es estética, el libro de las cartas de Pio Gil a su amor es una muestra). En varias ediciones y publicaciones se pueden ver en la contraportada a las instituciones centrales, que desde Caracas financiaban la publicación. Sus libros recorren las bibliotecas y los cuartos de las distintas familias en San Cristóbal y en los diferentes municipios del estado Táchira. La BAT es una marca regional, embajadora de conocimiento, arte, cultura e historia para el mundo. Actualmente tengo entendido que siguen publicando pero en digital. En cada publicación en la portada del libro, se refleja el número que le corresponde a ese autor, es decir, están enumerados desde la primera publicación hasta la última. La flora entre el blanco y negro con el fondo rojo representa el paisaje andino, ornamento ideal que suaviza y retoca sutil el diseño.
Y cuando se habla o se escribe de autores, al punto en llegar a una posible selección real o imaginaria, automáticamente se discrimina a los demás. La lista de autores que han publicado en la BAT es extensa, pero en base a mi experiencia como lector, mi relación con la lectura y con esta tierra, me ha permitido conocer y dejarme llevar por obras que tocan la piel, y estimulan la mente como “Así era la vida en San Cristóbal” de Anselmo Amado (He escuchado del profesor Luis Hernández Contreras y del gran locutor Kike Rosales, que su hermano se llamaba Jobito Amado, de los mejores poetas de aquí, le gustaba beber, fue corrector de periódicos por aquella época, se le veía en las plazas) la obra poética de Manuel Felipe Rugeles, los textos de historia, narrativa, ficción y realidad, de Ramón j Velásquez, la poesía de Elsa Sanguino, Marisol Pérez Melgarejo, Dionisio Aymará, Pablo Mora, Antonio Mora, Manuel Rojas, Mateo Parra, Adolfo Segundo Medina, Freddy Araque.
La investigación y fina selección de Leonor Peña en torno a la Navidad Táchirense y el profesor Otto Rosales con un ensayo crudo y existencialista sobre la condición humana. La promoción y divulgación de las escritoras tachirenses de la mano de Carmen Teresa Alcalde, conocida también por sus libros sobre comunicación editados por la UNET. Leonardo Ruiz Pineda y su intachable estilo como narrador de su propia historia (sus viajes de Rubio a San Cristóbal y luego de San Cristóbal a Caracas) el recién y afortunado descubrimiento en las lecturas de Arturo Croce y Marcos Ramírez Murzi, los poemas del pintor Manuel Osorio Velasco en su comarca, la importancia y lo referente de la obra de Horacio Cárdenas. Leer la pasión y enamoramiento por su ciudad y por las letras y el quijote en Pedro Pablo Paredes. El mundo poético de Juan Beroes. Crónicas de opinión y otros temas del farmacéutico Gonzalo Vivas Ramírez. José Antonio Pulido Zambrano. Rafael María Rosales, J.J. Villamizar Molina. Rafael de Nogales Méndez. Queda gente de nivel por fuera en este texto.
No se busca ni se trata de convencer, me valgo como periodista para informar y crear puentes. Omar Cárdenas en conjunto con Freddy Araque, y en respaldo con el director de la BAT, Ildefonso Méndez Salcedo, el año pasado presentaron una muestra audiovisual llamada: “Custodios de la memoria” y era sobre darle un seguimiento, buscar la huella en la ciudad y en sus protagonistas sobre la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses y lo relacionado con la cultura regional. Seguir buscando, conociendo y descubriendo sobre esta histórica editorial, la divulgación de la misma, crear foros, ponencias y conversatorios sobre la BAT. Seguir analizando textos, releyendo obras, consultar la historia que en parte es la de uno. En la biblioteca pública “Leonardo Ruiz Pineda”, en la biblioteca “Abdón Villamizar” del MAVET, en la biblioteca “Antonio Mora” por la Unidad Vecinal, En la biblioteca del Ateneo del Táchira, y en las diferentes bibliotecas de los pueblos del Táchira debe haber y hay obras de la BAT. En los trueque y venta de libros. De cualquiera manera, circunstancia y situación, se puede sacar o “quitar” (como lo escribió María Fernanda Palacios) un tiempo para leer y conocer, releer y hojear algún libro de esta biblioteca cercana a nosotros.
*Lic. Comunicación Social
*Presidente de la Fundación Museo de Artes Visuales y del Espacio
*Locutor de La Nación Radio.
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