Néstor Melani-Orozco
Era amanuense, con la pureza de una preciosa caligrafía. Antonio Pulido, el eterno escribano. Sabedor de leyes y agrimensor con los sentidos maravillosos de aquella Grita hacedora de encantos. Siempre con su abrigo, llevando la capa del Capitán Tulio Pulido Balanzó y las oratorias de Don Damián Mansilla, como el libro de Leyes de Emilio Constantino Guerrero.
Venía D. Antonio de la escuela del último bachillerato en Filosofía del colegio Seminario, cuando Acasio Chacón ejercía de vicario de la catedral del Espíritu Santo, entre los rumores de la dichosa «Parada» en la carrera cinco, con los aires del cerro del padre Duque y los amaneceres del cuartel Junín. Siempre con sus cambios de voces, con esta presencia tan parecida al escritor Alejo Carpentier, entre las rosas del recuerdo por su venerada esposa, perdida en la selva de Guainia cuando servía de preceptora en una escuela rural, donde esto hería los recuerdos del viejo mentor y escribano. El amante de los tangos y el lector de leyendas, ciencias y humanidad. Un día me dijo: «La mejor universidad es una gran colección de libros» hablando el buen francés, como conocedor de la latinidad. Aún entre las memorias, conservó su máquina de escribir y algunos breviarios donde su preciosa firma fue la gracia de su dignidad. Padre de «Tulo» Víctor Gustavo Diaz, el actor y serenatero. Como de sus hijas.
Entre el canto de los gallos y las imágenes fotográficas; presencias de las memorias del escritor. Del saber de Agustín Magaldy el cantor sureño y de hablar tiempos de La Grita vestida de la grandeza en una esperanza. Amigo de Pepe Melani y de jurista sabedor de las métricas de las tierras y linderos, donde estuvo la verdad en los siete libros del «Becerro». Un día se fue Antonio Pulido hablando del «Azul» de Rubén Darío, de las palabras de amor de Gutiérrez Calderón y hasta de «Aura la de las Violetas» de Vargas Vila. Porque de «Los Sueños de Luciano Pulgar» fueron sus lecturas como del pan en el sabor de las memorias… Aún con su capa del azul profundo camina el viejo en los recuerdos por la plaza Bolívar en las noches de retretas y desde el firmamento parece destellante en una estrella, con el saber de su imagen convertida en un personaje mayor de la verdadera ciudad de La Grita… ¡Para no olvidarnos!
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*Artista Nacional. *Premio Internacional de Dibujo Joan Miró 1987. Barcelona. España. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte. *Premio Nacional del Libro 2021. *Honrado con un Salón en su honor en la Gobernación del Táchira 2022. *La Feria Internacional del Libro 2023 fue en su homenaje, por su trabajo de cultor, artista, escritor y dramaturgo.