Las víctimas, de 10 y 12 años, en entrevista con el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes ratificaron la denuncia. La madre y el padrastro de ellas fueron privados de libertad, tras orden emitida por el Tribunal 2º de Control, Audiencias y Medidas en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer, en dicha entidad andina

Raúl Márquez

El pasado 11 de septiembre, una adolescente de 12 años de edad se presentó nerviosa y con los ojos enrojecidos al Centro de Coordinación Policial de la Policía del estado Táchira –Politáchira- de Abejales, capital del municipio Libertador, y denunció que su padrastro la había golpeado con una vara y que pretendía meterla desnuda al baño. Además, que había tocado sus partes íntimas, así como las de su hermana de 10 años.

Lo peor del relato y lo que dejó atónitos a los uniformados que se encontraban de guardia en la referida sede policial, es que la víctima aseguró que su progenitora sabía que esto estaba ocurriendo y no había hecho nada por ponerle fin y defenderlas de estos abusos.

De este modo, sale a la luz otra historia de presunto abuso sexual de menores en la entidad andina, en la que los presuntos implicados, tras solicitud del Ministerio Público –MP- ya se encuentran privados de libertad.

Se trata de J. O. Guillén Silva, de 39 años de edad, investigado por su presunta responsabilidad en el abuso sexual de sus hijastras, de 12 y 10 años de edad; y la madre de las víctimas, I. E. Ramos Peralta, de 33 años, debido a que se presume que estaba al tanto de la situación y no hizo la respectiva denuncia.

De acuerdo con publicación del MP en su página web, durante el referido día, luego de recibir la denuncia de la menor, funcionarios de Politáchira se dirigieron al lugar de los hechos, una finca ubicada en San Joaquín de Navay, ubicada en predios de la mencionada jurisdicción del sur del Táchira.

Una vez desplazada una comisión hasta el referido lugar, Guillén Silva fue identificado como el agresor de las jóvenes; por tanto, tanto él como su pareja (progenitora de las víctimas) fueron llevados a la estación policial de la localidad para un interrogatorio.

En entrevista con el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del municipio Libertador, la adolescente ratificó la denuncia, reiterando que su padrastro tocaba sus partes íntimas y que su madre guardaba silencio y no las protegía.

Tras las evaluaciones ginecológicas y psicológicas a que fueron sometidas las víctimas y que evidenciaron los abusos denunciados, la pareja resultó aprehendida en flagrancia.

En la audiencia de presentación, la Fiscalía 16ª de Táchira imputó a Guillén Silva por la presunta comisión de abuso sexual sin penetración. Por su parte, Ramos Peralta resultó imputada por presunta omisión de denuncia.

Una vez evaluados los elementos de convicción expuestos por la representación fiscal, el Tribunal 2º de Control, Audiencias y Medidas en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer en la entidad andina, dictó la privativa de libertad en contra de la pareja y fijó su reclusión temporal en el Centro de Coordinación Policial de Politáchira de la referida población.