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Inicio/Opinión/Salud

Opinión
Salud

lunes 9 octubre, 2023

Eduardo Fernández

El estado de la salud pública en Venezuela es deplorable. La mayoría de los servicios hospitalarios están en el suelo. La Revolución Socialista ha tenido una manera peculiar de privatizar la salud. Ahora los enfermos tienen que aportar, de su propio peculio, las sábanas, almohadas, paños y hasta enseres médicos como bisturís, inyectadoras, algodón, termómetros y otras cosas necesarias para la atención médica.

Hoy en Venezuela enfermarse es un lujo. Un lujo reservado a gente con mucho dinero. Los pobres y la clase media no tienen derecho a enfermarse. No cuentan con suficientes recursos económicos como para poder costear el precio de las medicinas, de la hospitalización y de los honorarios de los profesionales de la salud.

Otra característica de la política de salud de la revolución socialista es la opacidad. Ahora no existe información oficial, de la que sí se disponía durante los años de la República Civil, para hacer el seguimiento de las condiciones de salud de la población. Ya los famosos boletines epidemiológicos no se publican más. De publicarse, nos enteraríamos del alza de la mortalidad materna e infantil y la reaparición de muchas enfermedades tropicales como la difteria, el sarampión y la malaria.

Un próximo gobierno, elegido con los votos del pueblo venezolano, debe tener entre sus prioridades garantizar un servicio de Salud Pública que atienda las necesidades de todos los venezolanos.

Que tengamos los insumos necesarios para que los hospitales puedan funcionar. Que los hospitales tengan tomógrafos, agua potable, energía eléctrica y que cuenten con quirófanos que funcionen bien. El nuevo gobierno debe proveer un Sistema Público Nacional de Salud, eficiente y de calidad. Según la Organización Mundial de la Salud, el gobierno socialista y revolucionario invierte menos del 2 % del Producto Interno en el sector salud. La salud es un derecho consagrado en la Constitución nacional. Lo que queremos es salud para todos.

 

 

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