Frontera
Sector hotelero en frontera atado a la esperanza pese a la abrupta caída de usuarios
12 de octubre de 2023
En la mayoría de las estructuras, en más del 80% se ha reducido la clientela
Jonathan Maldonado
En San Antonio del Táchira hay aproximadamente 22 hoteles. En la mayoría de ellos, sus dueños aseguran estar atados a la esperanza para no desfallecer ante la abrupta caída de usuarios que registra a diario.
Yoly López es propietaria del hotel Colonial, ubicado en el barrio Curazao del municipio Bolívar. Sus instalaciones están situadas en pleno casco central de la ciudad. Aún así, recalca que su establecimiento ha caído en más del 80%. «Entre semana, recibo uno o dos clientes como mucho», resaltó.
López precisa que a un año de la reapertura de la frontera, el escenario para el sector no ha mejorado, al contrario, ha ido en descenso, al punto que solo están trabajando para mantener las instalaciones y para pagar al reducido número de empleados.
Su hotel, prácticamente, lo atiende la familia.»En 2018 y 2019, fueron años buenos, ya que hubo mucha gente que llegaba a comprar mercancía a Colombia y descansaban un día en la zona. También hubo una ola de migrantes que iba con mejores recursos y se hospedaban en frontera para luego seguir», dijo.
Sin embargo, en la actualidad, el panorama ha cambiado enormemente. «El sábado el es único día de la semana que logro un movimiento más elevado. Pero es de gente del pueblo, que sale a rumbear y, al final, usan el hotel», detalló.
En torno a la reactivación del aeropuerto internacional Juan Vicente Gómez, indicó que solo ha recibido dos usuarios de ese punto en los casi 30 días que han transcurrido desde su reactivación.
El hotel de López cuenta con 19 habitaciones. Tiene décadas ofreciendo el servicio a propios y extraños, razón por la que no le gustaría tirar la toalla. «Los domingos y lunes, suelen llegar algunos clientes que vienen a cita con el Saime y arriban un día antes. No son muchos», enfatizó.
«Hay días que no llega nadie»
Andreina Portilla tiene cinco años como encargada del hotel Oporto, situado a la salida de San Antonio del Táchira. «Solo está dando para mantener las instalaciones y para pagarle a los tres empleados fijos que se tienen», aseveró.
El hotel, de 14 habitaciones, no solo se ve afectado por la poca afluencia de usuarios, sino también por la deficiencia de los servicios públicos. «El agua me sigue llegando muy elevada, pues no me han instalado el medidor», lamentó Portillo, mientras dejaba por sentado que el hotel no cuenta con planta y las suspensiones eléctricas se han prolongado.
«Tengo pensado irme en noviembre o diciembre, por la situación país», prosiguió la ciudadana, quien desconoce si los dueños del hotel van a continuar con las instalaciones abiertas, ya que ha mermado a gran escala los clientes. «El sábado es el único día que se ve el movimiento», detalló.
Tanto López como Portillo no pierden la fe de que la situación puede mejorar en los próximos meses. Por los momentos, el eje San Antonio – Ureña sigue como pueblos de paso, pues no hay un atractivo que los haga mirar hacia el corazón de cada jurisdicción.