De un balazo fue asesinado un chofer que conducía un autobús proveniente del estado Aragua, con destino a San Antonio del Táchira, en el municipio Bolívar, suceso que ocurrió a la altura de Rancherías, en Capacho Nuevo.

Hacia las 7:00 de la mañana ocurrió el hecho, que conmocionó a un sinnúmero de pasajeros que viajaba en la unidad Marcopolo, blanca, placas 30AA54B, perteneciente  al  servicio privado Ninatours, cuando se percataron de que desde una buseta que les alcanzó y emparejó en plena marcha,  comenzaron a dispararle al conductor, en el tramo entre la estación de servicio y el hotel Blanquizal.

Según fuentes policiales, como consecuencia de este sorpresivo e inusual ataque a una unidad del transporte público, modalidad propia de “piratas” de carretera que operan en otros estados del país, Frank José Jiménez, de 45 años, de edad, fue letalmente herido, falleciendo casi de manera instantánea.

Una vez Jiménez perdió el control de la unidad y esta fue a dar a una cuneta, otros delincuentes que  viajaban en la mencionada  buseta, desde la cual habían disparado, descendieron  de la misma y pretendieron abordar el vehículo Marcopolo, obviamente con la finalidad de perpetrar un atraco colectivo.

Sin embargo, se dijo que los pasajeros se armaron de valor y de cuanto elemento de defensa hallaron dentro del autobús, para evitar que los criminales subieran a atracarlos, y lo lograron.

Ante esta situación, a los hampones no les quedó otra alternativa que huir, puesto que posiblemente se vieron en riesgo de  que alguna autoridad los sorprendiera en pleno acto.

A la buseta la describieron como una unidad de color negro, con luces verdes; en ella se dieron a la fuga, sin lograr su cometido del asalto masivo, pero sí le  quitaron la vida al conductor.

Jiménez estaba residenciado en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui. A través de la empresa para la que trabajaba, le correspondía  movilizar a un grupo de pasajeros que el día anterior salió desde Maracay, con destino a San Antonio del Táchira.

Su cadáver fue levantado y trasladado a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal por una comisión del Cicpc, que se encargó de tomar los testimonios de cada una de las víctimas.

Una vez se conocieron en el estado  las circunstancias del crimen, el estupor y el temor no hicieron esperar, por cuanto se trata de una nueva modalidad utilizada por delincuentes que buscan despojar de sus pertenencias y  dinero en efectivo, sobre todo de moneda extranjera, a quienes desde distintos puntos del  país viajan a Colombia, a través de la frontera con Táchira.     

Infructuosamente, las autoridades policiales y militares,  que conocieron del hecho y se desplazaron al sitio, activaron un dispositivo de búsqueda de la mencionada buseta, con base en la descripción aportada por las víctimas.

Miriam Bustos