Nancy Porras

Falleció este viernes 3 de noviembre el profesor Alfonso Sánchez, quien ocupó el cargo de vicerrector de la Universidad de Los Andes núcleo Táchira, durante quince años. La noticia cubre de luto al mundo académico.

Quienes lo conocieron están convencidos que a pesar de su pronta partida dejó muchas huellas en la matemática y en la investigación.

“Tuvo muchas virtudes”, comentó el profesor Omar Pérez Díaz, vicerrector decano de esta casa de estudios superiores. “Una era la solidaridad. Fue amigo de los amigos”.

Por mucho tiempo cosechó amistades. Se formó en el Pedagógico de Caracas, donde uno de sus mejores amigos fue Arcángel Becerra, profesor de Física.

Luego en la Universidad de Los Andes obtuvo el título de licenciado en Matemática. Siempre conversador. Dentro de su expectativa de vida tuvo como referencia los números, hecho que lo hacía ser creativo.

“Logró publicar varios libros de matemática. Cosechó un círculo de amigos que analizaban diferentes puntos de vista, entre todos montaban estrategias mentales de lo que debía ser el progreso de su país”, contó el profesor Pérez Díaz.

“Lamentablemente se fue joven. Tenía 66 años, pero partió con sus sueños hechos realidad, consiguió la carrera de Educación Básica Integral y desarrolló la estrategia del convenio para traer la licenciatura en Administración”.

“Creo que se va en paz con la misión cumplida -puntualizó-, los sueños y anhelos ya cristalizados; pero para la Universidad de Los Andes, es un día triste, de luto y de reflexión para entender que la vida es pasajera, hay que disfrutarla y aprovecharla”.

“Lo conocí cuando yo era jefe de la Zona Educativa y en ese momento él trabajaba con los proyectos del Cenamec, de allí logró desarrollar la estrategia académica”.

Su último libro lo hizo junto con uno de sus hijos, llamado “Algebra lineal”.

Siempre fue práctico, estuvo pendiente de su salud. En la teoría se dice que no se le tiene miedo a la muerte, pero cuando se siente cerca todos quieren extenderla.

–Se entregó para lograr su mejoría; sin embargo, ganó esta carrera la muerte. Duró dos años luchando, con fuerza, fortaleza y fe. No obstante, esa es la vida– expresó nostálgico el profesor Pérez Díaz. (Nancy Porras)