Regional

Licoreros del Táchira formulan propuestas para la nueva ordenanza

8 de noviembre de 2023

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El proyecto de ordenanza de Expendio de Bebidas Alcohólicas está en período de consulta pública

Humberto Contreras

“Prácticamente tendríamos unas navidades grises, de no haber una concertación con las autoridades municipales sobre la aplicación de una alícuota justa, pagable, que nos permita trabajar”. Tal se deduce de la declaración de Johnson Delgado, presidente de la Cámara de Licoreros del Táchira (Calita), poco antes de la reunión con el Concejo municipal de San Cristóbal, celebrada en la mañana de este lunes.

Se refiere Delgado al hecho de que están en plena consulta púbica para la elaboración de la nueva ordenanza relacionada con el expendio de bebidas alcohólicas en el municipio; y la reunión precisamente era para presentar las propuestas del gremio licorero regional a los ediles locales, en función de la discusión pública que se adelanta al respecto.

Abordado poco antes de iniciar la consulta, el presidente de Calita dijo que recientemente, el Ejecutivo municipal presentó a la cámara que representa, un proyecto de reforma a la actual ordenanza: “Nosotros estamos ahora presentando las distintas observaciones nuestras. Entre ellas, puedo destacar la más importante, ya que está incorporando conceptos nuevos que no están contemplados en el reglamento de la Ley nacional”.

“Se pretende incorporar conceptos como ‘feria de comida’, panaderías, bodegón, que no están dentro de la ley. Por ejemplo, en el caso de las panaderías, el artículo 19 del Reglamento de Especies Alcohólicas señala que bajo ningún concepto las panaderías pueden vender licores. Entonces, ¿qué pretende la alcaldía con esto?”

Agrega que ya hay licencias que han otorgado bajo este concepto, “y nosotros estamos solicitado que las dejen sin efecto, porque son ilegales, ya que la actividad principal de las panaderías es precisamente vender pan, no licor. Entonces, ¿cómo es posible que ahora, porque supuestamente tienen un restaurante, lo hayan permitido? Esto va a hacer que ahora todas las panaderías puedan vender licor, violentando la normativa nacional que establece la prohibición.

En segundo lugar, estamos consignando un escrito al alcalde y a la cámara, solicitando el congelamiento de nuevas licencias, basados en el hecho de que ya hay suficientes en el municipio San Cristóbal. La demanda está legalmente saturada, pues la Ley indica que por cada 2 mil habitantes, se otorga una licencia tipo C, y por cada mil habitantes una licencia para venta al Mayor y Menor (detal).

Eso indica que, por disposición de la ley, en el municipio San Cristóbal no puede haber más de 300 licencias, pero ahora hay más de mil doscientas; o sea, estamos supersaturados. Esto lo tienen que considerar muy bien. Yo sé que todos tienen el derecho al trabajo, pero la ley precisamente regula esta situación y es muy específica”.

Delgado explica que igualmente, en el reglamento de la Ley de expendio de Bebidas Alcohólicas están estipuladas las categorías de los locales a permisar, llámese cantina, tasca, anexo a restaurant, discoteca, en fin, al igual que los respectivos horarios de trabajo, tanto para locales de venta al mayor y al detal, cono para los sitios donde se consume.

Igualmente, los tipos de licencia están definidas: “Eso de que ahora pretenden que en los bodegones se pueda consumir licor allí, no es viable, pues además el término ‘bodegón’ no está en la ley. También la licencia determina, por ejemplo, que los negocios al mayor no pueden vender sino para llevar, y las tipo C permiten el consumo en el sitio. O sea, todo eso está regulado por el reglamento de la Ley, y la ordenanza no puede restringir o modificar esas disposiciones”.

“Los licoreros también estamos planteando que, en cuanto al permiso sanitario, por ejemplo, para quienes vendemos al mayor y al menor, no es necesario, porque nosotros vendemos los envases debidamente sellados. Nosotros no manipulamos alimentos. Por eso pedimos que dejen sin efecto ese requisito, que además es muy costoso: 4 petros, o sea más de 270 dólares, cuando no lo requerimos. Estamos pidiendo reconsideración”.

“Ahora bien -señala Johnson Delgado-, esto lo estamos haciendo de buena manera conciliatoria, en paz. Incluso esperamos que haya una pausa en la discusión, para que podamos abrir en un lapso de unos dos días las discusiones entre la cámara municipal, la alcaldía y la cámara de licoreros.

Hemos manifestado realmente que estamos preocupados, porque hoy en día la situación nuestra es grave. Ya más de 25 % de nuestro gremio ha cerrado santamarías en el municipio San Cristóbal. Igualmente muchos se han ido al sector informal, otros se fueron del país. En fin, estamos en una situación ruda”.

Alícuota del impuesto

Advirtió Delgado que en horas de la tarde tenían otra discusión vital, que es el tema de la alícuota, “que estamos pidiendo una rebaja de 50 %. Y si bien es cierto que vino la nueva Ley de Armonización tributaria y dio un golpe mortal a las licorerías elevándola al techo, 6.5 %, no es menos cierto que, de aplicarse, sería cerrar técnicamente todas las licorerías en el país”.

“Fedecámaras ha planteado que la alícuota debe estar en 1 %, porque es importante que el pueblo sepa que cada impuesto que nosotros pagamos aquí, es sobre la ganancia bruta, no sobre la ganancia neta, y eso hace que prácticamente nuestra ganancia se va en pagar impuestos, pagar servicios, nómina, y nos quedamos prácticamente sin ingreso para nosotros.

De no haber un entendimiento en esto, estaríamos diciendo que nuestro trabajo está prácticamente clausurado; o sea, nos estamos declarando en emergencia, porque realmente el sector nuestro está muy golpeado; y por eso, las reuniones que hemos sostenido con el gobierno regional y que agradecemos, en aras de que podamos concertar, pues tampoco queremos poner en riesgo de que técnicamente cierre la Alcaldía, porque sabemos que ella vive de los impuestos que cobra para sostener su gestión.

Si esta situación sigue -dijo para concluir-, prácticamente tendríamos unas navidades grises. De no haber una concertación con la aplicación de una alícuota justa, pagable, que nos permita trabajar, pues sencillamente no habrá navidad ‘bien acompañada’”.