Alonso: «Nos queda el sabor amargo de perder un punto a cuatro vueltas»
25 de noviembre de 2024
Carlos Casanova Leal
Un cuarto de siglo lleva la revolución gobernante con Chávez y Maduro como cabezas del proceso político socialista, una revolución que cuenta con todos los poderes al servicio propio, lógico es concluir que los señalados son los responsables de lo que ha sucedido en Venezuela en estos años, y responsables de la política exterior del país.
Con el caso del Esequibo, la revolución prefirió huir hacia adelante y se refugia en el filón político interno para esconder sus errores graves en la disputa territorial, se convocaron ellos mismos y sus aliados, en lugar de convocar a todo el país en la defensa de lo que previamente el binomio Chávez-Maduro permitieron en la zona.
Desde la mentira no podremos llegar a la verdad, pero desde la verdad sí podemos recuadrar los derechos que le corresponden a Venezuela en el reclamo territorial, las acciones del gobierno revolucionario van dirigidas a protegerse políticamente en el plano interno, llevando a un punto de no retorno el caso de Venezuela-Guyana.
El discurso del Gobierno quiere dejar en la opinión pública venezolana la idea de que si se pierde el territorio es por los intereses imperiales, les compartiré este dato y no se sorprendan:
Chevron, empresa petrolera estadounidense constituida por la familia Rockefeller en 1911, bajo el nombre de Standard Oil California. En 1984, sus dueños compraron la Gulf Oil Corporation, por lo que desde entonces se denominó Chevron. Se trata de la única compañía petrolera de Estados Unidos que ha mantenido relaciones con el chavismo desde 1999.
La revolución prefiere esconder sus errores con sus actos, para que ellos como actores no queden expuestos, en lugar de convocar a todo el país en la elaboración de una sólida política de defensa que pasa por eventos que constituyan hechos históricos para el derecho público internacional.
Esta revolución es tan pirata, que hoy Venezuela es víctima de los aliados del gobierno revolucionario, así encontramos que Brasil con su presidente LULA se reúne con el Presidente de Guyana y establecen un acuerdo de cooperación militar y de defensa, y declaran su voluntad de continuar apoyándolos en materia de infraestructura y cooperación económica.
Por otro lado Cuba, desde el CARICOM, los primeros beneficiarios de los temas energéticos de Venezuela, hoy todos apoyando a Guyana.
Recordaba Leonardo Vera en X, “para los chavistas desmemoriados” el hecho de que el 25 de febrero de 2004, el abogado Hermann Escarrá interpuso un escrito ante la sala constitucional del TSJ, solicitando la nulidad de los actos en que Hugo Chávez consentía el desarrollo unilateral de proyectos por parte de Guyana en el Esequibo, Expediente AA50-T-000414, señalaba el recurrente: “El Presidente de la República declaró en Georgetown que no se opondrá al desarrollo de proyectos en el Esequibo. Estos proyectos están referidos a salud, educación, zona de libre comercio y cooperación energética…” y continúa diciendo: “A nuestro ver, la declaración presidencial en cuanto a acto político en ejecución de la política exterior venezolana, viola el artículo 1 constitucional…”.
Para la región en reclamación existe un antes del 2004 y un después, Chávez con el argumento de que el conflicto Venezuela-Guyana era alimentado por EEUU buscaba apoyo político de Guyana al proyecto comunista internacional, y es cuando incluye a Guyana en Petrocaribe, y en el 2005 comenzaron a explotar 6 yacimientos de oro, bauxita y diamantes, y la revolución hizo silencio.
Guyana realizó una invasión con escuelas, hospitales, iglesias y urbanizaciones ¿Dónde estaban los gobernantes? ¿Son responsables por omisión? Claro que lo son.
Se advierte de los errores en las preguntas, pero la revolución gobernante es prepotente, los errores serán definitivos si marchan sin escuchar.
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