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Hay que aprovechar noviembre para adquirir adornos navideños

20 de noviembre de 2023

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Freddy Omar Durán

Con precios inferiores a los del año pasado durante este mes de noviembre, las tradicionales ventas de adornos navideños en San Cristóbal se iniciaron, con la esperanza de que la temporada de fin de año se porte bien con ellos.

Ya desde comienzo de este mes proliferan los pesebres, arbolitos y cuanta cosa permita que nuestros hogares se vistan de fiesta, y recuerden lo fundamental que es celebrar en familia, invocando la prosperidad y la bendición divina. También hay la opción para que el cuerpo mismo se engalane, con gorros y bufandas.

La recomendación de los vendedores instalados en una de las tradicionales ferias para este tipo de artículos en el centro de San Cristóbal, sobre la calle 3 entre las avenidas García de Hevia -Quinta Avenida- e Isaías Medina Angarita -Séptima Avenida-, es la de no esperar hasta diciembre para realizar sus compras, pues en noviembre los precios suelen ser más bajos.

Sin embargo, de lo que cada quien gaste en adornos navideños depende el presupuesto personal y cuan suntuosa desee la decoración. Por ejemplo, un nacimiento puede partir de los diez mil pesos hasta más de 200 mil, los más grandes, y lo mismo ocurre con el arbolito: en tanto mientras uno pequeño está en los 30 mil pesos, uno de tamaño más elevado sobrepasaría los 150 mil. La casita más sencilla, por mil pesos puede adquirirse, y si se da un poco más, están disponibles otras más elaboradas. Los tres metros de guirnalda se sitúan en los 10 mil pesos, y desde los ocho mil pesos se ofertan las luces led, que bien acompañan a las bambalinas del arbolito, cuyo pack parte de los cinco mil pesos.

Si a esto se le agregan guirnaldas, casas, animales, luces, papeles y arena, o lo que la imaginación se le pueda ocurrir, con 60 mil pesos, alrededor de 15 dólares, mucho se puede hacer, si es que hay que comprar muchas cosas, al no contar en el hogar con ninguno de los elementos mínimos para “armar” la Navidad, algo muy raro pues en las familias siempre se conservan muchos objetos y adornos, muchos de los cuales se legan de generación en generación. Telas, madera, pasta o barro: materiales y figuras hay de dónde escoger; y todo lo que la creatividad indique bien puede homenajear la Navidad.

Como destacó Yeniffer Pedraza, quien por más de 20 años forma parte de los “Tenderos Navideños de la calle 3”, parte de lo que ellos ofrecen es producto de sus propias manos, como la arena pintada, el papel de pesebre, las casitas y el establo para el nacimiento, entre otras cosas; mientras que otras las han adquirido, y para sorpresa, este año a un precio inferior al año pasado. Desde septiembre se preparan para apertrechar sus negocios en Navidad.

Una animada frecuentación de la clientela apenas las ventas se instalaron, ha despertado la esperanza entre vendedores, muchos de los cuales ya llevan en el rubro alrededor de dos décadas o más, y en comparación con épocas más rudas, esta la sienten más prometedora. Aunque admiten que el cliente viene a buscar lo preciso, y pocos se atreven a comprar en grandes cantidades. La forma más común de pago es el efectivo, en pesos o dólares; pero algunos puntos están prestos al pago digital en sus distintas modalidades.

Tradición inmortal

La señora Edith Esperanza Dávila acompañaba a una amiga en la compra de adornos navideños; no obstante, ella ya desde octubre ha levantado su pesebre, un hecho que para ella guarda una profunda significación. Como residente de Capacho, gusta del uso de la cerámica para elaborar gran parte de la sagrada escenificación.

“Realmente mi nacimiento lo tengo desde hace un mes, solo vengo a buscar detallitos que hacen falta. Depende de la fe de las personas que les guste adornar en Navidad; ese es el regalo más hermoso que me hago todos los años. Mi nacimiento es típico con las casas en arcilla”.

Sobre la calle 3, alrededor de 10 puestos dedicados a los adornos navideños, si incluimos a los que están ubicados en el Mercado Las Pulgas, se instalaron hasta mediados de noviembre. En otras épocas, en esa zona, como ratificaron los vendedores de más trayectoria, podían existir hasta 80 quioscos provisionales.

La mercancía disponible es prácticamente nueva, pues la del año pasado, se agotó; sin embargo, los vendedores tratan de ajustar sus inventarios, evitando en lo posible las pérdidas.

Más allá de si compran o no, para muchas personas es una costumbre poder visitar estos puestos de venta de decoraciones navideñas, para así evocar otras épocas, o sencillamente regocijarse entre tanta variopinta y colorida exhibición, como pocas veces se ve en un puesto comercial, y que solo se disfruta una vez cada año.

Para estas fechas decembrinas, se vaya con intención de comprar o no, la gente gusta de contemplar la variopinta exhibición en estos locales. (Foto/Tulia Buriticá)

Aunque cada quien compra lo que puede, los vendedores de adornos navideños ven la presente temporada con esperanzas de recuperarse. (Foto/Tulia Buriticá)