Con una dramatización, un grupo de mujeres manifestaron agotamiento por los persistentes cortes de electricidad, altas facturaciones y la deficiencia de los servicios públicos
Bleima Márquez
Entre llantos y gritos, un grupo de mujeres tachirenses, con vestimenta alusiva al popular personaje de la leyenda venezolana La Llorona, se apostaron la mañana del jueves 23 de noviembre en la sede de la Corporación Eléctrica del Estado (Corpoelec) de la avenida Libertador, en San Cristóbal, para protestar por los altos costos del servicio, los cortes eléctricos, la inestabilidad del sistema y el plan Borrón y Cuenta Nueva.
Ellas escenificaron una especie de obra de teatro en la que expresaban el dolor y el sufrimiento causado por los cobros y la mala prestación de este servicio básico. Muchos usuarios se acercaron y se sumaron a la pintoresca manifestación para reclamar un mejor servicio no solo a las autoridades de Corpoelec, sino también a Hidrosuroeste y a Cantv.
Los personajes que tomaron los espacios de las instalaciones de Corpoelec forman parte del Comité de Defensa de los usuarios de los servicios públicos del Táchira. Explicaron que el propósito de la protesta cívica fue visibilizar la difícil situación social, el colapso de los servicios públicos básicos y el rechazo al cobro de una especie de multa que viene afectando al pueblo venezolano.
Insistieron en la necesidad de sensibilizar a las instituciones públicas y entes para que desistan de las medidas que afectan al bolsillo de los más pobres, especialmente de los adultos mayores, pensionados y empleados públicos de esta entidad andina y del resto del territorio nacional.
“Queremos y exigimos respeto a nuestros derechos humanos y sociales. Esperamos que el Estado venezolano rectifique sus políticas gubernamentales y les garanticen a nuestros ciudadanos mejor calidad de vida”, expresaron.
Entre los lamentos de las mujeres con vestidos largos y velos que cubrían el cabello y tapaban el rostro, unos blancos y otros negros, se escuchaban las quejas. Algunos vecinos aprovecharon la ocasión para calificar de “ilegal” el cobro de mil bolívares que Corpoelec impuso a los suscriptores cuando se registran en el Plan Borrón y Cuenta Nueva.