Nacional
Claves | El acoso callejero es una constante que enfrentan mujeres en Mérida
5 de diciembre de 2023
Un informe de la Red Mérida Feminista encontró que el 74,8% de las encuestadas reportó haber sufrido formas de violencia por parte de un hombre desconocido
En un trabajo de acompañamiento a mujeres víctimas y sobrevivientes de género y monitoreo de las redes sociales en la ciudad andina, la Red Mérida Feminista identificó diferentes prácticas violentas en espacios públicos como acoso callejero que vulneran el derecho de las mujeres a transitar libremente y desarrollarse en espacios públicos libres de violencia.
La Red constató a través de su informe que la mayoría de las prácticas que diariamente contribuyen con esto son los naturalizados “piropos” que parten como halagos al cuerpo de las mujeres y que se traducen en acoso callejero y un tipo de violencia en el espacio público.
Desde el 2022 inició una investigación en la que fueron encuestadas 131 personas bajo una metodología cuanti-cualitativa en la que recabaron más de 100 testimonios acerca de experiencias de este tipo en la ciudad de Mérida.
Según la muestra constituida por mujeres cuya forma de movilidad es por transporte público o caminar (71%) una gran parte de las encuestadas ha experimentado, al menos una vez, alguna forma de violencia callejera.
Estas formas tienen que ver con muestras que ponen en riesgo la seguridad física y que posteriormente podrían tipificarse como delitos. La encuesta apuntó que el 56,8% expuso que al menos una vez, alguien les tocó de forma intencional sus partes intimas (vulva, senos, boca, trasero).
Un 29,7% de la muestra dijo que al menos una vez habían sido acorraladas en espacios público por alguien desconocido con intenciones sexuales. Otro 38% destacó que en aunque sea en una oportunidad, personas se habían masturbado frente a ellas en lugares públicos.
Por otro lado, un 54% de las encuestadas declaró que una vez fueron perseguidas persistentemente por una persona desconocida, lo cual significa para ellas un atentado a la integridad física.
Dentro de las demás formas de acoso la encuesta afirmó que “al menos una vez» las reportadas por las encuestadas fueron «silbidos, o sonidos (77,9%); roces intencionales en zonas no intimas del cuerpo (77,1%); comentarios de índole sexual (76,3%); y toma de fotografías sin consentimiento (76,3%)”.
Discriminación y odio contra mujeres de la comunidad LGBT
Según el informe “las mujeres que se identificaron como bisexuales o lesbianas reportaron episodios de violencia en espacios públicos que respondían a razones de discriminación y odio por razones de orientación sexual
De acuerdo al informe, los lugares de mayor incidencia para que se lleven a cabo este tipo de actos son los públicos, especialmente las unidades de transporte público son un lugar en el que las mujeres, sobre todo las adolescentes, corren más riesgos.
Sin embargo, el documento destacó que “el acoso no sólo se da en espacios públicos y abiertos, sino que también fueron reportados hechos de acoso en lugares comerciales o recreacionales privados pero de acceso al público general. Estos lugares como centros deportivos, comerciales, educativos, cine y sitios nocturnos son también escenario para el acoso, especialmente hacía mujeres y niñas”.
Falta de atención del Estado
La percepción de las encuestadas sobre la actuación de los entes del Estado para atender este tipo de situaciones es que el 92% asegura que el sistema judicial “no ejecuta acciones suficientes para prevenir y sancionar este tipo de violencias en el estado Mérida”.
El 97% también destacó que se requieren de políticas públicas de prevención frente a las violencias y acoso en los espacios públicos. En tanto, el 95% alegó que se requiere el establecimiento de sanciones para estas situaciones de violencia.
Las entrevistadas apuestan por un refuerzo en las políticas de seguridad para las mujeres en todos los espacios de la sociedad con el fin de que se mantengan lugares seguros y libres.
¿Cómo hacer frente al acoso callejero?
De acuerdo al informe y los datos recaudados, “es la falta de acción o apoyo por personas que fueron testigos de actos de acoso, lo que reforzó la sensación de vulnerabilidad de las víctimas y contribuyó a la impunidad del hecho”.
Ante esto, se requiere de la concientización de la colectividad y el apoyo de los testigos, si es el caso, para la denuncia.
Otras formas de defensa son «gritar, correr, refugiarse en locales comerciales e, incluso, el uso de la fuerza física para defenderse”.
Otro determinante para combatir el acoso callejero es la documentación de los hechos a través de teléfonos inteligentes o cualquier otro dispositivo de grabación, también la intervención haciéndole saber al agresor que lo que hace no es lo correcto.
Por otra parte, destacan que la búsqueda de apoyo, acompañamiento y asistencia es vital para hacer frente a estos casos.