Néstor Melani-Orozco
Hubo del alba un amanecer en una estrella en el cielo, y en el vuelo de una golondrina, de allí se abrieron los campanarios de aquel pueblo viejo con el título de Ciudad del Espíritu Santo. Donde su legado de capital política antigua como de sus originarios Humogrías y la heredad del pan del convento de Santa Clara de 1580. Entre los viejos panaderos y el pan de los peregrinos. Así se asienta en lo descrito del hermano Nectario María y lo descrito en el cronista Raúl Salcedo para describir qué de los trigos de los páramos vinieron las harinas y de los hornos de barro se crearon entre oraciones y cantos las maravillosas Quesadillas, como «Estrellas adornadas de queso» y el sabor de la presencia en los mantos de las romerías a aquel Cristo viejo, venido de las edades de Sevilla y caminante con los franciscanos hasta el Cuzco y desde allí llegaron un día los milagros de Tadea. En el devenir de Pamplona.
Con la gracia del pan de los humildes y la exquisita Quesadilla en su eterna manifestación de ser el pan patrimonio cultural del Táchira y sentido del arte más antiguo de la tierra como una herencia de los maestros panaderos de La Grita. Comarca con el nombre de «Atenas del Táchira». El notable escritor zuliano Rogelio Illarramendi hace unos apuntes sobre «Los Italianos en el Táchira» donde en las edades de la elaboración del vino en aquella ciudad de montañas, se cantaba y se merendaba con las delicias de las Quesadillas»… Voz de los pueblos y testimonio de las edades. En 1813.
En la Campaña Admirable, el Brigadier General Simón Bolívar, recibió de Trina Huerta una bandeja de quesadillas, entre el puntal, el Libertador de América compartió con sus comandantes de su estado mayor. Era la virtud del pan entre las delicias del secreto de las harinas. Y 17 años después en la misma ciudad, el Mariscal de Ayacucho fue recibido aquel 12 de marzo de 1830 con quesadillas de la bodega panadera del Llano La Cruz. Sucre describe: «Aquellos panes en formas de estrellas» junto a su misión en defensa de hablar con el General Páez en Valencia para mediar no se diera la división de la Gran Colombia. La Quesadilla Gritense se describe en los breviarios del arte culinario andino, lo narra Víctor Moreno Orozco y desde las raíces gritenses las Monjas Adoratrices, 1897 quienes vinieron a La Grita con Sor Georgina Febres Cordero a fundar un asilo para niñas humildes y a aprender a confeccionar el pan en forma de estrellas. Lo narra Eloy Quintero en el Periódico «El Esfuerzo» de la Poetisa Isaura -1915-. Dicho en el Anuario del Instituto Civil Jáuregui. 1947. Mucho más la poetisa Isaura describe como Céfora Sánchez Ramírez, panadera de la Calle Miranda en 1889 recibía el honor de un médico quien venía a la ciudad por invitación de Mons. Jáuregui y asistía a la panadería a elaborar pan y a describir cómo las quesadillas eran oratorias de los encuentros entre voces místicas y el sabor aún de España de los colonos. Este galeno se llamó: José Gregorio Hernández. Con gran seguridad la Revolución Liberal Restauradora -1899- del General Cipriano Castro en la casona de las Señoritas Moret. De la calle Bolívar. Dicho entre lecciones por Don Fidel Orozco. Ya para 1917 Samuel Entrena hace quesadillas. Y en los tiempos de 1935 los franceses del Seminario Eudista «Kermaría» traen un perseguido del país galo y este revolucionario oculto por el Reverendo Jean Baptista Cabaret realiza panes y se hace meritorio como de la panadería de Antonio Ramón Navarro en el Llano de La Cruz se asientan las quesadillas. Escuela que revive el tío Benedicto Orozco. Hacedor de aquellas ilusiones del pan en forma de la estrella viajera. Desde su arte de trabajador y fundador de panaderías. Donde los pueblos vecinos fueron caminos de sus enseñanzas, en el despertar de una herencia de panaderos, donde se convirtió en un símbolo al hacer de la cultura del pan, en un manifiesto de valores y de la siempre humanidad. Desde allí Las Hermanas Ramírez Murillo. Leónidas Duque, Mercedes Sánchez y Porfirio Angarita, Luis Pernía, entre muchos, artesanos de las «Dichosas Quesadillas» de la ingeniería de Doroteo Sánchez inventando máquinas para amasar las harinas. Y muy después Eliseo Duque. Entre las memorias. Benedicto Orozco en sociedad con Manuel Vega en 1971 hacen en la Calle del Segundo hospital una panadería. Y Antonio Vega Luna, hijo, muy posterior, recibe méritos y premios por las creaciones. Germán Vera, hace de su panadería la descripción en la esencia antigua de La Quesadilla, con la fuente de su interesante sentir de las edades de los viejos panaderos de La Grita. Desde Ángel Rey, los herederos de Mercedes Sánchez. Bertha Sánchez Gómez reproducen lugares y se crean competencias, para saber entender que desde la «Quesadilla Gritense» estará por siempre el secreto de una manifestación del arte de ser panaderos. Cómo olvidar la Panadería de Antonio Márquez con su inmenso horno de piedra y la gracia de Vicente Lamus, el trujillano panadero en la calle Soublette, con sus quesos compuestos de almíbar para las eternidades de una estrella de pan. Más el profesor Domingo Lupi una tarde de encuentros nos narró el nombre del pan hecho estrellas a raíz de la cinta del cine mexicano, en el teatro de los Gandica, donde Macario da mención a un pan con nombre de «Quesadilla». Y en la pertenencia del pueblo de las azules montañas, viajarán las esencias por toda Venezuela y con las fuentes de la realidad a Colombia, Ecuador, Perú, Chile, México y España. Por los hijos de esta preciosa nación bolivariana han descrito con amor las sabrosas «Quesadillas de La Grita» la misma ciudad señora de las culturas…
*Cronista de La Grita. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte. *Premio Internacional de Dibujo Joan Miró 1987. Barcelona. España. *Miembro Honorario de la Sociedad Bolivariana de New York. *Premio Nacional del Libro 2021. *Honrado con su nombre en un salón del Palacio de los Leones por el gobernador Freddy Bernal. En San Cristóbal, 2022. *La Feria Internacional del Libro 2023 fue en su nombre a su trabajo de artista, escritor y dramaturgo.