Reportajes y Especiales

El ADN Tachirense, Tras las huellas étnicas en nuestra región.

25 de diciembre de 2023

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(Especial) El 9 de diciembre en el marco del Encuentro “El Táchira frente a la historia” promovido por la fundación Venezuela Inmortal y celebrado en el Café Bordes, se revelaron los hallazgos de una investigación enfocada en la autopercepción y composición étnica del tachirense, hoy entrevistamos a Bernardo Zinguer, miembro de la Academia de historia del estado Táchira y autor de esta investigación.

Entrevistador: Su investigación sobre la genética ancestral del Estado Táchira ha sido ampliamente comentada. ¿Podría compartir con nosotros que lo llevó a realizar esta investigación?

Antes que nada, quiero aclarar que asumimos al enfoque antropológico de que la “raza humana” es una sola, y que el origen étnico no determina nuestra valía, pero también es cierto que la diversidad étnica de cada región es el resultado de procesos sociohistóricos complejos que es importante analizarnos para comprender nuestro pasado, aumentar los aciertos como sociedad y desarraigar los prejuicios de cualquier índole que tenga origen en la procedencia étnica, religiosa o de orientación sexual.

Entrevistador: ¿Podría compartir con nosotros cuáles fueron los objetivos que persiguieron con esta investigación?

Por supuesto, mi investigación se centró en cuatro objetivos principales. El primero fue explorar subjetivamente cómo nos percibimos étnicamente. El segundo objetivo fue identificar, a través de muestras de ADN de tachirenses, nuestra composición étnica actual. Luego, utilizando los haplogrupos, buscamos determinar la procedencia étnica de nuestros ancestros paternos y maternos. Y, por último, buscamos revelar la composición étnica del ADN antiguo presente en el Táchira.

Entrevistador: Interesante, cada uno de ellos. Comencemos por el hallazgo de su primer objetivo, la percepción étnica de los tachirenses al verse al espejo.

Para abordar este aspecto, partimos de los resultados del Censo Nacional llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística en 2011. Este censo incluyó una pregunta sobre autopercepción étnica, pero presentaba un sesgo notorio al enfocarse en resaltar el componente afrodescendiente, considerado invisible por el organismo. De las cuatro preguntas dirigidas a los encuestados, tres indagaban sobre la identificación como negro, afrodescendiente o moreno, y solo una refería a la identificación como blanco. Los resultados indicaron que, en el Táchira, aproximadamente, el 60% se consideraba moreno y el 40% blanco. Dado que esta clasificación carecía de base histórica y parecía promover una narrativa conocida como posverdad, decidimos indagar más a fondo la autopercepción étnica de los tachirenses.»

Entrevistador: ¿Y cuál fue el resultado de esta nueva encuesta?

Nos basamos en una perspectiva histórica y añadimos la categoría étnica mestiza, comúnmente denominada criollo, que representa la mezcla entre europeo y amerindio. A través de nuestras redes sociales, específicamente la página ‘Retazos Históricos del Táchira’, utilizada para promover nuestra historia local, preguntamos a los tachirenses si se identificaban: como blancos, negros, mestizos o mulatos (mezcla de blanco con negro). Esta clasificación nos pareció clara y sin eufemismos innecesarios. Obtuvimos respuestas de 226 personas, donde el 50% se identificó como mestizo, el 40% como blanco, el 9% como mulato y el 1% como negro. Este resultado es más coherente con la realidad y luego fue confirmado con los resultados de ADN.

Entrevistador: Pasemos al siguiente objetivo analizado: la composición étnica del tachirense y cómo obtuvieron esos resultados.

Para obtener información sobre la composición étnica, llevamos a cabo una campaña en redes sociales y grupos especializados, solicitando a los tachirenses en todo el mundo que compartieran resultados de pruebas de ADN que revelaran su ascendencia. Contamos con la colaboración de varios individuos en Estados Unidos, Canadá y Venezuela para recopilar esta información.

Entrevistador: ¿Y cómo determinan las empresas de ADN el origen étnico?

Estas empresas cuentan con bases de datos de referencias genéticas de distintas etnias. Básicamente, contrastan los resultados de las pruebas de ADN de los individuos con sus bases de datos para ofrecer una estimación, que, aunque no es exacta, suele ser bastante precisa.

Entrevistador: ¿Y cuáles fueron los resultados finales?

Después de seleccionar cuidadosamente los resultados que cumplían con un criterio que establecimos para garantizar la procedencia de ancestros tachirenses, promediamos 112 muestras. Los resultados mostraron que los tachirenses tienen un 67% de ascendencia europea, un 28% amerindia, un 3% africana y un 2% de etnias con presencia muy baja o ADN no asignado a ninguna etnia específica.

Dentro de la etnia europea, la subetnia ibérica fue la más predominante, alcanzando un 91% de presencia, seguida de lejos por la italiana con un 5% y la judía asquenazí con un 2%. A pesar de ser porcentajes relativamente pequeños, es destacable que estas dos últimas etnias estuvieron presentes en la mayoría de las muestras. Además, hubo otras etnias con menor presencia en un 2%.

Entrevistador: ¿Y qué opina de los resultados?

Bueno, el poeta Andrés Eloy Blanco hace unos 80 años, ilustró la diversidad étnica de Venezuela comparándola con una taza de café con leche. Algunos son más oscuros, representando el café, y otros más claros, simbolizando la leche. En este sentido, yo pienso que étnicamente los tachirenses somos una mezcla de «aguamiel con leche». Algunos reflejan una mayor influencia de aguamiel, representando nuestra herencia amerindia, mientras que otros muestran una mayor presencia de la leche, simbolizando la herencia europea.

Entrevistador: El tercer objetivo tiene que ver con los haplogrupos, ¿puede explicarnos mejor en qué consiste?

De manera sencilla se podría decir que un haplogrupo es un grupo humano en el que se reconoce una misma ascendencia genética con mutaciones características, los haplogrupos del cromosoma “Y” se transmite exclusivamente de padres a hijos varones, mientras que Haplogrupos del ADN Mitocondrial se hereda de la madre, tanto a hijos como a hijas. Por tanto, se emplean para rastrear la ascendencia patrilineal o matrilineal y la distribución geográfica de estos haplogrupos nos permitió identificar las etnias asociadas.

En este sentido, pudimos identificar que en el Táchira el 90,57% de la ascendencia paterna en la población es de origen europeo, mientras que el 88,57% de la ascendencia materna tiene raíces amerindias. Por lo que concluimos simbólicamente que los tachirenses tenemos patriarcas europeos y matriarcas amerindias.

Entrevistador: Algo que despierta gran curiosidad es el tema del ADN antiguo en el Táchira. ¿Podría explicarnos más al respecto?

Claro, es interesante destacar la muestra de ADN de nuestro hombre supercentenario, Juan Vicente Pérez Mora, reconocido por el Guinness World Records como el hombre más longevo del mundo. Su ADN evidencia una mezcla inicial exclusiva entre hombres europeos y mujeres amerindias. Además, al analizar los linajes de individuos con raíces exclusivas en el Táchira, hasta al menos el siglo XVIII, descubrimos que el porcentaje étnico de la población tachirense se ha mantenido a lo largo del tiempo.

Entrevistador: ¿Cuáles son los próximos pasos en esta línea de investigación tan enriquecedora?

Recientemente junto al doctor José Antonio Pulido, nos hemos sumado al proyecto de Mapas Genealógicos de Haplogrupos (MAGENHA) que dirige el doctorando Samuel Martínez de la Universidad de Autónoma de Madrid, con la finalidad de ampliar en lo posible nuestra investigación.

Entrevistador: «Un trabajo verdaderamente apasionante. ¿Algún mensaje final para nuestros lectores?»

En estos tiempos en que los tachirenses nos hemos visto obligados a formar parte de la diáspora venezolana, es crucial fortalecer nuestra identidad y mantener los valores que nos distinguen en cualquier lugar. Valores como el sentido de familia, la capacidad de lograr estabilidad económica a través del trabajo honesto, el liderazgo basado en el mérito, la amabilidad y el respeto hacia los demás son aspectos que debemos preservar y llevar con orgullo a donde quiera que vayamos.