Frontera
Eje San Antonio – Ureña: ¿Futuro incierto o probabilidad de despegue en este 2024?
3 de enero de 2024
Sector productivo y expertos en frontera hablan con claridad en torno a lo que pudiera venir para la zona
Jonathan Maldonado
El año 2023 dejó un sabor amargo en los comerciantes e industriales que esperaban un reimpulso para el eje San Antonio del Táchira-Ureña. La reapertura no generó el cambio deseado para dos localidades que distan enormemente del dinamismo que sí hay en la ciudad de Cúcuta, en Norte de Santander, Colombia, a una distancia no mayor de 11 kilómetros.
A tres días de haber arribado el nuevo año 2024, Diario La Nación consultó a ciudadanos que han estado inmersos en la frontera colombo-venezolana: Nelson Urueña, presidente de la Asociación de Aduaneros del Táchira (Asoata); Álbaro Paz, representante del transporte de carga pesada; William Gómez, analista en temas de frontera, y Mónica Ochoa, presidenta de la Cámara de Comercio e Industria de Ureña, para conocer cuáles son sus expectativas y estimaciones para una zona que sigue deprimida.
Urueña no desestimó el crecimiento que ha tenido la frontera en torno al número de operaciones comerciales binacionales, tras la reapertura del pasado 26 de septiembre de 2022. Sin embargo, deja claro que ha sido algo «lento»: «Hay que destacar que las operaciones volvieron al rumbo legal, cumpliendo con las normas y leyes establecidas para los exportadores e importadores».
En cuanto a los municipios Bolívar y Pedro María Ureña, lamentó que aún reinen los negocios y fábricas cerradas. Alertó que los pocos que están activos ya no saben qué hacer para seguir a flote. «Urgen alianzas, yo creo mucho en las alianzas entre todos los sectores», aclaró, al tiempo que instaba al transporte, comercio e industria a unirse para llevar una propuesta a nivel estadal que apunte al rescate de la producción.
«Para nadie es un secreto que aquí existen empresas que tienen plantas y maquinarias instaladas, que solo están a la espera de que los llamen, les garanticen incentivos y seguridad jurídica para que reabran y generen empleos para los habitantes de una zona que aún reclama la reactivación de lo formal», añadió.
También recomendó que los organismos de seguridad ciudadana se integren a las reuniones, con el propósito de dejarles por sentado que debe haber mayor flexibilización con los turistas del hermano país para que se sientan a gusto. «Uno va a Colombia a comprar y de regreso no se ve a las autoridades de aduana en Colombia haciendo tantas revisiones», puntualizó.
«Urge voluntad de las autoridades»
William Gómez no se mostró muy optimista en cuanto a los virajes que se puedan dar, en positivo, para los municipios Bolívar y Pedro María Ureña. Se basa en lo sucedido en 2023 y enfatizó en la importancia de que las autoridades, que tienen el poder de decisión, generen mecanismos que impacten a una zona aún estancada y desolada.
Para el analista, apenas el 8 % del comercio e industria están sobreviviendo y corren el riego de bajar las santamarías a causa del aumento de los servicios básicos como el agua y la electricidad, los cuales, además, registran graves deficiencias que hacen más lóbrego el panorama: «Ahora se suma el colapso del servicio del aseo urbano, provocando que montañas de basura sean las más visibles en el ya deteriorado casco central de la Villa Heroica”.
«Hace falta voluntad de las autoridades», prosiguió, al colocar como ejemplos el terminal de pasajeros y el aeropuerto internacional Cipriano Castro, dos estructuras que lograron reactivarse quedando atrás los argumentos, en el caso del puerto aéreo, de que la pista no estaba apta para recibir vuelos comerciales. «Ya hay tres aerolíneas operativas», detalló.
«Mientras la frontera se mantenga anclada a un modelo económico no favorable, no habrá dinamismo ni atomización. San Antonio y Ureña seguirán desolados», aseguró, al tiempo que recordaba la necesidad de decretar una Zona Económica Especial Fronteriza o Zona de Libre Comercio e Industria que atraiga al inversionista y respalde al comerciante e industrial.
«Esas zonas económicas especiales contribuirían con las exoneraciones tributarias y arancelarias. También urge la transformación de la Ley de Fronteras a una ley de desarrollo fronterizo», apuntó Gómez al reiterar el llamado a las autoridades municipales, regionales y nacionales a implementar medidas que den un impulso verdadero y concreto.
«Muchas expectativas no se lograron consolidar en 2023»
Para la representante del comercio e industria en Ureña, en 2024 esperan poder afianzar algunos proyectos que tienen en pro de los industriales en el municipio, en donde se abra una ventana para que estos puedan recuperar la competitividad de los productos terminados, pues en 2023, la mayoría de las expectativas no se consolidaron.
«Hemos contado con el apoyo del Gobierno regional y tenemos la fe puesta en Dios que unidos lo vamos a conseguir», manifestó Ochoa mientras hacía mención del proyecto que manejan para afianzar las importaciones menores para los industriales.
«Sería la forma de apoyar a nuestros industriales a traer sus materias primas en pocas cantidades, cancelando sus aranceles y de esta manera recuperar la competitividad en los productos terminados, un punto que, a la fecha, no se ha cristalizado», aseveró.
«Las autoridades deben afianzar el dinamismo»
Álbaro Paz ve imprescindible que las autoridades ayuden a afianzar un dinamismo cuya fuerza no se compara con el gran movimiento de antes del cierre de agosto de 2015: «La reapertura debe ser para que todos los gremios, sin distingo de apadrinamientos, puedan trabajar».
«Todos queremos y aspiramos tener una gran oportunidad de incentivar la industria y el motor minero, ya que produciendo y trabajando habrá más demanda de servicios de logística internacional», explicó el representante del transporte de carga pesada.
En este sentido, recalcó que el sector no ha perdido la fe y optimismo en que los dejen trabajar como lo merecen. «Queremos darle un mayor impulso de crecimiento a nuestra economía. Vamos en una curva de ascenso muy leve», soltó a modo de colofón.