Opinión
Hablan de un mundo que no existe: sin capital humano no hay progreso
6 de enero de 2024
Carlos Casanova
El capital humano, según el Banco Mundial, representa el 64 % de la riqueza a nivel mundial. Es el recurso más importante de cualquier nación, depende su existencia básicamente del sistema educativo del país, de la inversión que los gobiernos le asignan como política pública a todo el sistema y sus distintas modalidades, del esfuerzo familiar, del estudiante, de la preparación docente y de la inversión de empresas.
Ya son más de 7 millones de venezolanos esparcidos por todos los países buscando mejores condiciones de vida. Este movimiento migratorio señálelo como capital humano preparado y formado que se fue y otro país lo absorbe, riqueza que se va, riqueza que pierde el país, todo por el sueño cubanosocialista de un mundo que no lo es, que fracasó y que al parecer aún no se han dado cuenta que el globo también está inmerso en la cuarta revolución tecnológica, abriéndose cada día más la brecha en conocimiento que nos separa del mundo actual por estar en esta regresión histórica llamada comunismo.
Las noticias del alto nivel de preparación profesional de los venezolanos en el exterior, así como del desempeño de los que ahora estudian en otros países, habla de lo bien que estábamos en materia educativa, a donde tenemos que regresar.
La revolución gobernante en Venezuela, igual como sucedió en Cuba, promovieron el éxodo liquidando las condiciones de existencia y vida, forzando lo que en condiciones normales nunca hubiese sucedido: La pérdida de profesionales, técnicos, estudiantes y trabajadores calificados, reduciendo con ello el capital humano de Venezuela.
¿Qué sucede cuando perdemos el capital humano? Tiene como consecuencia la pérdida de la competitividad, disminución en la cantidad de trabajadores calificados, liquida la capacidad innovadora y competitiva de la economía, de las industrias, semi industrias, del agro, disminuye la producción y su calidad, con ello el decrecimiento económico, perdiendo su condición de país productivo.
Los sectores de tecnología, salud y educación son los más afectados, siendo los esenciales a la fortaleza de la sociedad.
Otra de las cosas que sucede cuando perdemos el capital humano, es la ampliación de la brecha en las capacidades del país, pues las va perdiendo, se dificulta la innovación y la adecuación a las nuevas tecnologías, nos hacemos dependientes de la mano de obra extranjera, nos convertimos en economía de puertos, trayendo todo lo que se puede producir aquí, pero que por razones ideológicas no lo hacemos.
Con la revolución socialista impuesta desde Cuba a Venezuela por vía de los revolucionarios cívico militares solo logramos en 23 años perder el tiempo, dinero y oportunidades, convirtieron a un país con riqueza en pobre, a su sociedad a la misma condición de pobreza, desarticulando todas las formas de crear la riqueza.
¿Por cuál razón la revolución lo hace? Para que no se tenga posibilidades de volver al modelo democrático.
Lo que nos sucede en Venezuela no es justo, ya que sucede por la falta de cumplimiento de la Constitución, ya que la revolución nos llevó a un modelo inconstitucional.
Muchas personas sacan cuentas conforme a lo cual la flexibilización de las operaciones petroleras le dará más recursos al Gobierno y a Venezuela, pues no es del todo así, ya que las empresas petroleras están sacando petróleo para pagarse las deudas que el Gobierno tiene con ellas.
El profesor Calatrava, director de la Escuela de Educación de la UCAB, denunció que “la situación salarial de los profesores es caótica”. En Sudamérica –explicó-, el salario base de los docentes se ubica desde los 3.000 dólares en Chile hasta los 130 bolívares en Venezuela (menos de 4 dólares al mes). Y, tomando en cuenta los ingresos por país, expuso que el salario de un docente en Venezuela debería ser cerca de 950 dólares mensuales.
Tenemos que apoyar a los educadores en su justa lucha, que es la lucha de sus hijos.