“El estado tachirense como institución política, la alcaldía y el concejo municipal han manejado directamente las últimas tres ferias y le han puesto el pecho, el control y organización del festejo de enero. Ese evento es un hecho que la ciudad lo agradece, es la supervivencia de la fiesta. De lo contrario hubiese desaparecido”, afirma Luis Hernández
Para el cronista de la ciudad de San Cristóbal, Luis Hernández Contreras, la Feria puede dividirse en cuatro etapas: Las viejas fiestas del siglo XIX que datan de 1835, aunque él consiguió un documento de 1822 que hace alusión a la feria, la que él llama “una fase muy antigua”. Luego viene otra época que surge a partir de la segunda década del siglo XX, un poco más de orden, y dura hasta 1964.
En 1965 viene el gran cambio, el nacimiento de la Feria Internacional de San Sebastián que ha tenido un crecimiento y una decadencia; la cuarta etapa es el resurgimiento, tal vez en los últimos dos o tres años.
— ¿Qué diferencia a la Feria en sus distintas etapas?
— Estas ferias de los últimos tiempos no presentan grandes obras para la ciudad como lo hicieron varios de los presidentes de la República. Fue muy notorio que en gobiernos de Raúl Leoni, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, hasta tiempos de Luis Herrera, que se aprovechaba el evento de enero para mostrar obras, regalos para la ciudad.
— ¿Puede mencionar algunas de estas obras?
— Raúl Leoni inaugura la plaza monumental en el año 1967 y la avenida España. Con Rafael Caldera son muchas las obras que se regalan a la ciudad, como la avenida Isaías Medina Angarita o Séptima avenida. Carlos Andrés Pérez corta la cinta en el parque agropecuario de Asogata, y con Luis Herrera se inaugura el hospital del Seguro Social, en enero de 1982. La presencia del Presidente de la república, ya fuera en la plaza de toros, como lo hizo en muchas ocasiones Carlos Andrés Pérez, en casetas y bailes, o en la sesión del concejo municipal como vimos a Luis Herrera en dos o tres oportunidades, pero eso se perdió. Los presidentes de los últimos años no han venido a la Feria. Yo creo que no les interesa o no son seguidores de la fiesta, esa ausencia presidencial queda muy marcada.
— ¿Cómo es la feria del siglo XXI?
— Han surgido pequeños y medianos inversionistas, y eso no se veía antes. Estas ferias de los últimos años son absolutamente controladas por el Estado, el estado tachirense como institución política, la alcaldía y el concejo municipal han manejado directamente las últimas tres ferias y le han puesto el pecho, el control y organización del festejo de enero. Ese evento es un hecho que la ciudad lo agradece, es la supervivencia de la fiesta. De lo contrario hubiese desaparecido.
— No hay que negar que la fiesta brava, los toros, le dieron impulso al evento de enero.
— Así es. En la tauromaquia ya no vienen las grandes figuras de una época. Sin embargo, se han presentado, con grandes esfuerzos de empresarios, figuras muy marcadas en el mundo del toreo. Están apostando a la traída de grandes toreros, pero surgen otros que han sido extraordinarios, como Jesús Colombo hijo. A diferencia de antes, la oposición a la fiesta taurina es cada vez creciente, los antitaurinos son cada vez más.
Destaca el profesor Hernández que los eventos deportivos no tienen la misma altura de los de antes: “Lo sabemos por los equipos que nos visitan. La Vuelta al Táchira en Bicicleta, los atletas que participan en la Media Maratón. Se hacen esfuerzos para que un evento tan costoso siga en las calles, pero no es nada fácil”.
— ¿Es muy importante todas las reseñas de los medios de comunicación para proyectar el evento?
— Los medios de comunicación, muchos se han apagado, no transmiten ningún evento. Ahora tenemos las redes sociales, y por allí, desde el teléfono celular nos enteramos con su cobertura. La Nación Radio, La Nación web me están informando a cada momento y lo hacen muy bien. Hubo años de despliegue de las noticias de la feria por toda la prensa nacional.
La cultura, la música y la danza siempre han estado presentes en la Feria. A San Cristóbal vinieron artistas de alto nivel internacional, orquestas bailables que animaron todos los eventos. “Ahora hay otro grupo de talento artístico que ha surgido. Muchachos adolescentes de impacto, con talento. Son nuevos ritmos, nuevas combinaciones sonoras, y es provechoso. Existe un nuevo talento artístico en danza, bandas show, comparsas”.
— ¿Puede mencionar algunos de esos artistas?
— Estamos ahora imitando a los imitadores de los originales. Leía una nota de la hemeroteca regional, donde se recuerda que aquí estuvieron Rocío Dúrcal y Flor Silvestre, Celia Cruz, Leo Marini… Ahora hacemos cola para escuchar a los imitadores de los imitadores, y eso es penoso. Venían importantes representaciones culturales de muchos países.
— ¿Desaparecen los eventos populares?
— Es una feria sin casetas, sin templetes, entonces los espectáculos, como el de las reinas, se circunscriben a un público minoritario, porque los grandes aforos del velódromo, plaza de toros, son demasiado grandes para el escaso público que asiste. La elección se reduce a espacios propicios como Casa Sindical o este año en los espacios del hotel El Tamá Eurobuilding, que será la sensación este año. Jamás pensó el general Marcos Pérez Jiménez cuando lo inauguró en enero de 1957 que volvería a ser ese centro como en las primeras ediciones de la Feria Internacional de San Sebastián.
El cronista aporta la importancia de la renovación de la fiesta que comenzó con Hugo Domingo Molina, pero no comparte la intromisión de los partidos políticos en el evento de enero.
Recuerda la instrumentación de un instituto de feria que no ha podido cumplir los cometidos para los cuales debió ser diseñado desde el comienzo.
La fiesta de enero sigue, y avanza en el tiempo. (JLG)