María Auxiliadora Sánchez y Rafael Sánchez son dos adultos de la tercera edad, que son propietarios del edificio desde el año 1999 cuando les fue vendido el mismo; sin embargo, sus inquilinos han desconocido esto y se niegan a pagar “y ahora se hacen llamar propietarios”

Los cuatros hermanos Sánchez Carrillo, propietarios del Edificio Carrillo, ubicado en La Guacara, dicen que vienen padeciendo la vulneración de sus derechos, pues desde hace al menos dos años los 6 inquilinos que hacen vida comercial y residencial en su edificio se niegan a pagar arrendamiento, asegurando que ya son propietarios, cuando no existe ningún documento ni ningún procedimiento de compra.

María Auxiliadora Sánchez y Rafael Sánchez son dos adultos de la tercera edad, que son propietarios del edificio desde el año 1999 cuando les fue vendido el mismo; sin embargo, sus inquilinos han desconocido esto y se niegan a pagar “y ahora se hacen llamar propietarios”.

Según explicaron los hermanos, cuando ellos adquirieron el inmueble, el mismo estaba arrendado y en ese momento no había ningún problema, cada inquilino pagaba su cuota sin problema. Desde hace dos años, los arrendatarios se han negado a actualizar el contrato, a aumentar el arrendamiento y después se negaron a pagar.

Comentaron que, tras negarse a pagar, ellos presentan documentos que están por reconocimiento y firma, y no son más que actas de las reuniones que hacían donde firma solo María Auxiliadora Sánchez y donde nunca se habla de compra o se fija un precio de la propiedad.

Atención

“Nosotros en el marco del plan del adulto mayor estamos solicitando ayuda a la Fiscalía para que nos restituya el inmueble. Todos somos personas de la tercera edad, jubilados y algunos de nosotros con patologías severas, uno de ellos tiene esclerosis múltiple y necesitamos los ingresos que puedan desprenderse de este inmueble”, mencionaron.

Detallaron que la solicitud que están haciendo está dirigida el Fiscal General, para que revise su caso que está en la Fiscalía 5ª.

Asimismo, la Fiscalía ordenó que Protección Civil hiciera una evaluación del inmueble y este declaró que el mismo estaba ruinoso y “tenemos miedo de que suceda algo en el edificio por culpa del deterioro y que la culpa recaiga sobre nosotros”.

“Los inquilinos tienen una galería, una ortopedia, espacios para el arte, y dos de ellos hicieron remodelaciones en los locales y viven allí y ninguno de ellos paga un centavo desde hace dos años”, insistieron.